Mickey Mouse continúa con su cruzada en China

NUEVA YORK, 17 (Reuters/Ep)

Walt Disney está camino a abrir su primera tienda en China. El establecimiento se inaugurará durante el otoño de 2012 y la compañía tiene previsto abrir de 25 a 40 tiendas más durante los próximos tres años en el país más poblado del mundo.

La noticia se conoce cuando el mayor grupo mediático del mundo, propietario de marcas como Mickey Mouse y Winnie the Pooh, mira más allá de mercados maduros como Estados Unidos y Europa en búsqueda de nuevas fuentes de ingresos.

“China es muy importante para los planes de la compañía Disney, obviamente con el lanzamiento de Shanghai Disneyland Park. Así que es probable que sea el nuevo país que reciba la mayor atención”, dijo Jim Fielding, presidente de Disney Stores Worldwide, en una entrevista exclusiva. Disney marcó un hito con la apertura del parque temático Shanghai Disneyland en abril de 2011.

Además, los chinos no son ajenos a la marca Disney. “Como la división de licencias ya ha tenido una presencia en China, existe afinidad con la marca y afinidad con los personajes. El mercado está listo”, sentenció.

Disney ha firmado un alquiler para abrir su primer tienda en Shangái y está buscando terrenos en otras grandes ciudades como Pekín, dijo Fielding.

“Nos estamos centrando en ciudades de primer nivel, en localidades con mucha población y turísticas, de forma muy similar a lo que buscamos en todo el mundo”, explicó Fielding.

La diferencia estará en la estrategia de Disney para atraer a los chinos. “El surtido de productos está adaptado a los consumidores chinos y al conocimiento chino, porque ellos no conocen a todos los personajes Disney que conoce la gente en Estados Unidos y Europa”, dijo.

Por ejemplo, él espera que las tiendas en China de Disney tengan más productos de las marcas Mickey Mouse y Winnie the Pooh y menos de las muñecas de princesas.

Disney no quiso referirse a cuánto planea invertir en China. La creciente riqueza del consumidor y una población enorme hacen de China un destino atractivo para muchos compañías globales, pero entrar en el mercado chino no ha sido tarea fácil, con desafíos que van desde la piratería hasta las diferencias culturales.