Eso del “hazlo tú mismo” puede tener resultados nefastos en lo que a canciones navideñas se refiere. Al menos antes de que existiera YouTube no lograban tanta difusión estas bizarradas que, para que lo vamos a negar, en el fondo nos encantan.
1. La oveja naranja
Las Navidades de 2006 han pasado a la Historia como las Navidades de la oveja naranja. Ese año en un colegio mayor femenino de Navarra se interpretó por primera vez este delirante villancico (lean la historia completa aquí, no tiene desperdicio). Con el paso del tiempo, el vídeo correspondiente ha ido cobrando popularidad en Internet hasta rozar el medio millón de visionados. Y no es para menos, entre otras cosas porque la melodía es malévolamente pegadiza. “Naranja, hey, naranja, hey”. ¡Nunca le estaré lo suficientemente agradecido al amigo que me dio a conocer La oveja naranja!
Y la cosa no queda ahí, porque resulta que en 2009 se interpretó en un colegio de Extremadura. Y también hay otro vídeo más reciente, aunque no queda claro el lugar donde se hizo. Sea como sea, la leyenda de la oveja naranja sigue viva.
2. EL CHIVI - Villancico guarrindongo
Del autor de El abuelo es gay, nos llega un villancico escatológico al máximo, y ni siquiera es el único que tiene este hombre. Los valientes que se atrevan a escucharlo, que estén preparados para cualquier cosa. Avisados quedan.
3. SILVI - Tecnovillancicos
Ni de lejos queremos meternos con esta buena señora, pero tendrá que admitir que un pelín bizarro sí que le ha quedado este popurrí de “villancicos muy bonitos, pero cambiando un poco el ritmo, porque es techno”.
4. EL RENO RENARDO - Feliz Navidad 2011
Obviamente, estos lo hacen adrede, pero aún así tiene mérito poner a un reno dando el mensaje real, y mezclarlo luego con imágenes de Chuck Norris, Ana Obregón dando las campanadas, La guerra de las galaxias y El señor de los anillos. Eso es lo que yo llamo eclecticismo postmoderno, sí señor.
5. THE GIFFORD CHILDREN'S CHOIR - A Christmas Trololo
Que alguien me lo explique, porque la verdad es que no salgo de mi confusión con esta alucinante tormenta perfecta de mal gusto. Niños con máscaras de V de Vendetta, el Increíble Hulk vertido de etiqueta y Papá Noel. ¿Pero esto qué es? Y del baile ya, mejor ni hablamos.