El repertorio habitual de los Niños Cantores de Viena fue aparcado por unos instantes este lunes por integrantes de la legendaria formación austríaca a los que se invitó a interpretar ritmos tradicionales africanos junto a pequeños y jóvenes de Canarias dentro de su Festival Internacional de Música.
Animados estribillos, que incluso hicieron bailar a muchos de los presentes, fueron entonados por los menores vieneses en un gesto de complicidad con decenas de chicos de los coros infantil y juvenil de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria que quisieron conocerles en persona pasando la mañana con ellos a la orilla de la playa de Las Canteras de la capital de la isla.
Allí tuvieron tiempo para charlar, hacerse fotos y hasta intercambiar dulces que comieron frente a las olas, pero no sin antes saludarse a través del lenguaje universal conocido por unos y otros: la música.
Los coros grancanarios ofrecieron en primer lugar su peculiar bienvenida a los Niños Cantores de Viena interpretando varias obras clásicas a las que siguió una canción popular africana titulada “Ehla” a la que les pidieron que sumaran sus voces mezclándose con ellos e intercalando entre sus ropas de diario los impecables uniformes de estilo marinero de su vestuario.
Algo que, unos con mayor decisión que otros, acabaron por hacer los famosos invitados a esta reunión.
Una cita que los responsables del Festival Internacional de Música de Canarias, que promueve el Gobierno del archipiélago, quisieron organizar con el propósito de rentabilizar al máximo, no solo en el plano sonoro sino también en el social y humano, la presencia en su territorio de esta agrupación mundialmente famosa, incorporada a la 32 edición del certamen.
Aclamados por el público, que agotó rápidamente las entradas de los cuatro conciertos de los austríacos programados en las islas, tres que ya han ofrecido y un cuarto y último que tienen previsto esta tarde en Las Palmas de Gran Canaria, los Niños Cantores de Viena han sido protagonistas así de una de las estampas más originales de esta edición.
La iniciativa ha sido alabada tanto por la directora de los coros de la Filarmónica de Gran Canaria, Marcela Garrón, que ha subrayado lo “ilusionados” que estaban sus pupilos ante este encuentro, como por su homólogo de la formación vienesa, Manolo Cagnin, que, como prueba de satisfacción, no dudó en secundar los rítmicos gestos con que la primera pidió que acompañaran la interpretación de “Ehla”.
Además, en pago de la amabilidad recibida, Cagnin se puso al frente de sus cantantes para ofrecer a sus anfitriones el clásico título italiano “O sole mio”, que se ganó el aplauso de todos los congregados, entre quienes estaban la directora del festival, Candelaria Rodríguez, y la responsable del área de Cultura del Gobierno de Canarias, Aurora Moreno.
La cual valoró el encuentro de niños y jóvenes isleños y vieneses como un ejemplo de que el certamen puede aprovecharse no solo para escuchar música sino también como “una oportunidad para interactuar y tener nuevas experiencias”.