Penélope Cruz ha conseguido llegar a lo más alto de Hollywood. Por si fuera poco haberse llevado a casa un Oscar por su actuación en Vicky Cristina Barcelona, ahora la de Alcobendas puede presumir de ser la primera actriz española con una estrella en el Paseo de la Fama. La número 2.436 ya lleva su nombre.
La actriz recibió uno de los máximos honores de la industria cinematográfica rodeada de familia y amigos y por ello no quiso olvidarse de sus inicios, ni de la gente que le ha acompañado en el camino hacia la meca del cine. “Cada vez que vea esta estrella veré los nombres de todas las personas que me han ayudado a hacer realidad muchos de mis sueños”, señaló Penélope frente a cientos de personas que se agolpaban tras una valla para ver el momento exacto en que la actriz descubría su estrella.
La madrileña no pudo olvidar a su familia en este día tan especial y agradeció a sus padres, hermanos, a su marido, Javier Bardem, y a su hijo recién nacido “por hacerme feliz cada día”. Además de estar acompañada por su familia y por su marido, la madrileña estuvo rodeada de varios de los rostros más conocidos del celuloide.
Así, Penélope podrá conservar en su álbum personal su fotografía descubriendo la estrella junto a Johnny Depp, que quiso acompañar a su amiga y compañera de reparto en Piratas del Caribe 4. La protagonista de Volver también estuvo acompañada por el director de la cinta de piratas, Rob Marshall, que ya la dirigió en Nine, película por la que Penélope Cruz obtuvo su tercera nominación al Oscar.
De Alcobendas al Paseo de la Fama
Pero hasta llegar aquí la carrera de Penélope Cruz ha pasado por muchas y diversas fases. Desde que debutara en un videoclip de Mecano siendo sólo una adolescente hasta este momento han pasado más de 20 años.
Nacho Cano introdujo a la actriz en el mundillo de la televisión, en donde debutó presentando uno de los programas más populares para los jóvenes de los 90, junto a Jesús Vázquez.
De ahí al cine sólo había un paso y fue Bigas Luna quien le dio la primera gran oportunidad de su carrera al ofrecerle el papel protagonista en Jamón, Jamón en 1992, explotando su lado más sexy y ofreciendo su primer desnudo. Por si esto fuera poco, la actriz compartía cartel con Javier Bardem demostrando que estaban destinados a ser dos de los grandes de nuestro cine.
Quizás para contrarestar su erótico papel en Jamón, Jamón, Penélope rodó a las órdenes de Fernando Trueba otra de las grandes películas del cine español, Belle Epoque, consiguiendo así su primera -pero tímida- incursión en Hollywood, ya que la cinta se llevó el Oscar a mejor película extranjera.
A partir de entonces las puertas del cine patrio ya estaban abiertas de par en par para ella. Éxitos comerciales como El amor perjudica seriamente la salud en 1996 impulsan a Cruz hacia el momento clave de su carrera: la llamada de Almodóvar. Por fin el manchego cuenta con ella, aunque para un papel pequeño, en Carne Trémula. Su trabajo en este film supondrá el inicio de una larga y fructífera relación profesional con Almodóvar.
Penélope se convertía así en la nueva musa del cineasta manchego, que le ofrece sus mejores papeles en Todo sobre mi madre, Volver y Los abrazos rotos.
El salto a Hollywood
Todo sobre mi madre marca un antes y un después en la carrera de Penélope Cruz. La actriz aprovecha el tirón mediático de la película en el extranjero para ampliar sus fronteras y cruzar el charco en el año 2000. Como casi siempre, los inicios no fueron tan dulces como la madrileña esperaba.
Papeles de niña mona, coprotagonista con las estrellas masculinas del momento en sosas películas románticas o de aventuras, como en Todos los caballos bellos, con Matt Damon, o La mandolina del Capitán Corelli, junto a Nicolas Cage. Son los años en que Penélope es más conocida en Hollywood por sus supuestos -y bien publicitados- amoríos en Hollywood que por su talento. Son los años del primer romance con estrella confirmado, Tom Cruise.
Pero todo cambiaría con el papel de Raimunda en Volver. Pedro Almodóvar le regala uno de los mejores personajes de su carrera y la madrileña sabe aprovecharlo. Los reconocimientos se suceden y llega el gran momento: Penélope es nominada al Oscar como mejor actriz por su interpretación en la película del manchego. Aunque Helen Mirren y su Reina le arrebataran el Oscar, su camino hacia la estatuilla dorada ya estaba abonado.
Finalmente fue Woody Allen quien permitió a Penélope Cruz alzarse con la ansiada estatuilla por su estupendo papel en Vicky Cristina Barcelona. El neoyorquino no sólo consiguió consagrar la carrera de la madrileña sino que unió a una pareja más allá de la pantalla, en el reencuentro cinematográfico de Penélope y Bardem.
El musical Nine vino a confirmar el éxito de la actriz y a darle papeles como el que la factoría Disney le ofreció para coprotagonizar la última de Piratas del Caribe con Johnny Deep.
Desde su adolescencia catódica en La Quinta Marcha hasta hoy, han pasado 20 años que ésta chica de Alcobendas ha sabido aprovechar para plasmar su firma en lo más alto de Hollywood.