El pintor y diseñador gráfico Pepe Moll de Alba (Barcelona, 1966) inaugura este viernes en el Gabinete Literario de Las Palmas de Gran Canaria Pinturas y Libros, una exposición que recoge sus trabajos pictóricos, tanto libros, como objetos, lienzos y tablas que aproximan al universo de un artista que no quiere encasillarse y que se deleita investigando las posibilidades que le dan una serie de soportes.
Una veintena de pinturas y un conjunto de 88 libros en total dan claves suficientes para conocer el universo creativo de este artista prolífico que estudió en el Colegio Alemán de Las Palmas de Gran Canaria y pasó gran parte de su juventud y adolescencia en esta ciudad. Baudilio Miró Mainou le inició por los derroteros de la plástica. A los veintiún años es admitido en la Frei Kunstschule de Munich bajo la dirección del pintor Hans Seeger, y de ahí a la prestigiosa Facultad de Diseño de Stuttgart, Hochschule für Gestaltung. Más adelante vivirá en Roma, ciudad donde completa su formación incorporándose en el estudio del reputado diseñador gráfico e ilustrador Sergio Salaroli. A finales de 1993 se instala en Madrid donde abre su primer estudio de diseño. Es en la ciudad capitalina donde crea un primer logotipo, incomprendido en su momento por ser excesivamente vanguardista e incluso “osado” y que ahora, estaría perfectamente ubicado entre las tendencias neofigurativas del diseño actual. A partir de aquel atrevido diseño se le abren las puertas de una editorial también joven, Prensa Ibérica.
En Barcelona, ciudad a la que se traslada a vivir, se hace cargo del diseño de la colección de una nueva editorial, Alba. Sin embardo no abandona su otra pasión: la pintura. Este creador fecundo se mueve entre estos dos campos disciplinares con gran agilidad. Algunas técnicas de imprenta las aplica al óleo y muchos encuadres que selecciona para sus cuadros proceden de su conocimiento del diseño de libros. La búsqueda del equilibrio es una constante en su trabajo, un equilibrio del que brota cierta sensualidad y un lirismo contenido. Su trabajo plástico navega entre la figuración y la abstracción. Se interesa por los espacios que comparten los lenguajes creativos, por la ambigüedad que le permite no pertenecer a ninguna de estas dos grandes corrientes.
Interesado por temas como el espacio, el tiempo y la luz, la exposición se estructura en torno a cuatro grandes series: la de elementos (agua, aire, fuego y tierra), que siempre va acompañada de aspectos arquitectónicos; la de las horas; la del cuerpo humano, dentro de la cual se encuentra una serie de dibujos en tinta china y la última serie, dedicada íntegramente a los libros. En su currículum de diseñador consta el premio nacional al libro mejor editado por El siglo de Rubens en el Museo del Prado. Catálogo razonado de pintura flamenca del siglo XVII.