La perla 'Peregrina' de Liz Taylor, subastada en Nueva York por 9 millones de euros

MADRID, 14 (EUROPA PRESS)

La perla 'Peregrina' de Elizabeth Taylor se ha vendido en Nueva York por nueve millones de euros durante una subasta que organizó la casa Christie's. Esta adquisición supone, además, todo un record en la venta de perlas dentro de las subastas de joyas, cuyo precio de salida oscilaba entre 1,5 y 2,3 millones de euros.

Con esta pieza, una de las perlas más admiradas del mundo, y cuyo origen se remonta a la España del siglo XVI, la casa de subastas da comienzo a la venta de la Colección de Elizabeth Taylor, cuyas piezas han podido visitarse en varios museos del mundo durante los últimos meses.

La Perla Peregrina, que visitó la oficina de Christie's en Madrid en el mes de septiembre, logró un record histórico después de cuatro minutos y medio de apuestas. Finalmente, la perla fue adquirida por un cliente, quien, al teléfono, logró aumentar las veinte ofertas que se incrementaban de millón en millón de dólares cada pocos segundos.

Se trata de una pieza histórica y de gran valor, especialmente para España, ya que el rey Felipe II la adquirió en 1580 y el pintor Velázquez la incluyó en algunos de sus retratos. Además, miembros de la realeza como Margarita de Austria, Isabel de Borbón, María Luisa de Orleans o María Luisa de Borbón-Parma, lucieron esta perla hasta que pasó de moda.

Richard Burton, quinto marido de la actriz, adquirió esta perla en el año 1969 por 37.000 dólares, una puja en la que ganó al duque de Cádiz, y se la regaló a Liz, enamorada de las joyas, y que lució cuando interpretó a Ana Bolena.

ORIGEN ESPAÑOL

Cuando Liz se convirtió en “custodia” de esta joya, decidió cambiar la cadena fina con perlas pequeñas que sustentaban a la Peregrina por otro montaje que ella misma diseñó, inspirado en un retrato de María Estuardo, y que es el actual engarce de esta joya.

Pilar González de Gregorio, duquesa de Fernandina y directora general de Christie's en España, explica que el “especial tamaño, color, brillo y percepción de la forma” convierten a esta pieza en “la mejor perla natural que hay en el mundo”, compitiendo con la perla que llevaba María Tudor y otra que posee la Reina Sofía.

En palabras de la duquesa, desde 1569, cuando fue descubierta, se consiguió averiguar “cada día de su existencia”. A pesar del “montaje opulento” de esta joya, destaca que “lo que se ve siempre es la perla”. “Estamos ante la más increíble, por calidad, propiedades y cualidades. Aunque no es la más grande del mundo, es única”, ha señalado.