El Cabildo de Fuerteventura ha recuperado dos vasijas de factura prehistórica en uno de los yacimientos más importantes de la isla, el de Las Bobias de la Península de Jandía, cuyo hallazgo constituye “un ejemplo de la riqueza arqueológica que se atesora” en la isla, según ha destacado.
Las dos piezas de cerámica fueron encontradas hace algún tiempo por el arqueólogo Derque Castellano, aunque no es hasta ahora cuando la corporación ha decidido hacer público el descubrimiento, cuyo valor han querido subrayar técnicos y autoridades en declaraciones a Efe.
De hecho, las vasijas, localizadas en el yacimiento del poblado de Las Bobias, que integra un gran complejo constructivo con tres conjuntos ubicados al sur de la Divisoria de la Aguililla, entre el Barranco de Mal Nombre y Esquinzo, pasarán a formar parte de la colección del futuro Museo Arqueológico de Betancuria, han destacado.
La arqueóloga de la Unidad de Patrimonio Cultural del Cabildo majorero, Milagros Estupiñán, ha insistido en “la importancia de este poblado, donde destacan construcciones de tendencia circular con bloques de basalto y donde aún hay estancias con cubiertas abovedadas”.
A falta de una excavación que arroje luz sobre este yacimiento, un tanto inusual en la arqueología majorera según ha subrayado, Milagros Estupiñán ha explicado que “algunas de las construcciones del poblado están adosadas unas a otras y conectadas entre sí por un espacio central sin cubierta y al que se accede desde el exterior a través de un pasillo”.
Sobre las vasijas recuperadas, custodiadas actualmente en dependencias del Archivo Histórico de la isla, ha expuesto que son “recipientes de pequeño tamaño con decoraciones a base de incisiones acanaladas”, una característica común en muchas piezas cerámicas majoreras de procedencia prehistórica.
Las dos vasijas se localizaron al noroeste de las construcciones abovedadas que forman el poblado de Las Bobias, en una estructura de piedra.
Una de las particularidades más destacadas del hallazgo fue la manera en la que fueron localizadas, en un pequeño espacio entre dos grandes bloques naturales cerrados en ángulo donde se encontraban boca abajo sobre bases de piedras planas.
La arqueóloga ha recalcado que el espacio se encontraba protegido por dos piedras de basalto que creaban “un angosto cerramiento” y que, además, “las bases donde se apoyaban las vasijas estaban rodeadas y separadas por piedras, a modo de cuñas, lo que les otorgaba mayor estabilidad y sujeción”.
Los recipientes se encuentran agrietados y rellenos de sedimentos, por lo que es necesario someterlos a labores de limpieza, consolidación y microexcavación, ha comentado Estupiñán, que ha añadido que es “imprescindible realizar analíticas a las muestras de sedimentos extraídos del lugar de la excavación de las vasijas y de las que pueden surgir de la excavación de su interior”.
Por su parte, el consejero de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo majorero, Juan Jiménez, ha explicado que el hallazgo en Las Bobias es “un ejemplo de la riqueza arqueológica que se atesora en Fuerteventura, y que está, en su gran mayoría, por descubrir”.
Para Jiménez es “de gran interés establecer que estos hitos suponen parte de la casuística que formará parte del futuro museo arqueológico, un magnífico centro de estudio y exposición” que se proyecta poner en marcha en Betancuria.
Un centro “con el que daremos respuesta a los requerimientos de la Ley de Patrimonio de Canarias, que define la necesidad de que en cada isla se implante un museo de esas características”, ha agregado el consejero.