Internet ha supuesto la aparición de nuevos modelos de negocio para los profesionales de la cultura. Tradicionalmente, los creadores han visto en la red una auténtica amenaza para la propiedad intelectual. El sistema de intercambio de archivos ha sido un auténtico quebradero de cabeza para muchos creadores, pero hay posibilidades de generar recursos que van más allá del copyright. Un ejemplo claro del buen maridaje de Internet libre de derechos y la posibilidad de ganar dinero es el sector de la informática.
Los informáticos han sido pioneros en este sentido. Ellos demostraron que trabajar sin copyright era más rentable que aferrarse a la propiedad intelectual. En los últimos tiempos, algunos artistas se han atrevido a mostrar su trabajo a los usuarios a través de la red de manera totalmente gratuita. Cuando se habla de música, el uso de Internet se asocia de manera inmediata al pirateo. Pero hay experiencias como la de Justin Timberlake, que son un ejemplo de todo lo contrario.