En pleno centenario de la muerte de Benito Pérez Galdós (1843-1920), una nueva edición de la quinta y última serie de sus 'Episodios Nacionales' muestra cómo este portento de las letras españolas creó un nuevo modelo de novela histórica. Esta quinta serie, como las tres anteriores, ha estado a cargo de Ermitas Penas Varela, profesora de Literatura española de la Universidad de Santiago de Compostela, que ha resaltado a Efe cómo Galdós cambió su modelo realista por uno “inverosímil”.
“Esta serie, veinticinco años anterior al siglo XX, es muy interesante y difícil de interpretar y evaluar, lo que ha creado un gran debate interno entre los especialistas galdosianos”, explica esta experta. Una serie “muy compleja” porque “Galdós, que había seguido un modelo realista con muy buenos resultados, al llegar a la quinta serie cambia ese modelo, convirtiéndolo en inverosímil”.
Sin embargo, la profesora no cree que en estos últimos episodios “pierda Galdós su capacidad creativa; de hecho, lo que desea con ese nuevo modelo no es sólo innovar, sino evitar la censura”. El de la quinta serie de los 'Episodios' es un hombre setentón, que, aún pesimista, desencantado, y sin apenas esperanza, llama al inconformismo, a la desobediencia, a la rebeldía. Y así -señala Penas Varela en su introducción-, “Benito Pérez Galdós concluye el último de sus 'Episodios nacionales', nada menos que 46 novelas históricas, la mayor empresa de creación literaria en su especie escrita en lengua española”.
Canario de Madrid, madrileño de Las Palmas de Gran Canaria, Galdós dedicó buena parte de su fecunda vida literaria (entre 1872 y 1912) a escribir esos cuarenta y seis episodios, que empiezan con 'Trafalgar' (por la batalla de 1805), publicado en 1873, y terminan con 'Cánovas', artífice de La Restauración borbónica, que ve la luz en 1912.
Las cuatro primeras series son de diez episodios cada una. Por eso se considera inacabada esta quinta y final, que consta de apenas seis y cuya última edición acaba de entregar la Biblioteca Castro, cuyo responsable editorial es el académico de la Real Academia Española Darío Villanueva, quien fue director de la RAE entre 2014 y 2018. Se trata de un solo volumen, muy cuidado, que recoge media docena de títulos: 'España sin rey', 'España trágica', 'Amadeo I', 'La primera República', 'De Cartago a Sagunto', y 'Cánovas'.
La serie es un recorrido, mayormente situado en Madrid --en el Madrid de Galdós--, que arranca con La Gloriosa o Septembrina; esto es, la Revolución de 1868, y se pasea por el Sexenio Democrático, la Regencia del general Serrano, el asesinato del presidente Juan Prim a finales de 1870, el corto reinado de Amadeo de Saboya, la aún más breve vida de la primera República en 1873, el golpe de Estado de Pavía y la Restauración borbónica en la persona de Alfonso XII, pilotada por Antonio Cánovas del Castillo.
A Pérez Galdós, patriota, republicano y filosocialista, muy metido entonces tanto en política como en el mundo del teatro, y con la vista muy mermada (dictaba buena parte de sus trabajos), no le dio la vida para escribir los cuatro postreros episodios que tiene en la cabeza: 'Sagasta', 'Las colonias perdidas', 'La reina regente' y 'Alfonso XII'.
Ermitas Penas destaca en su análisis introductorio que Galdós usa dos narradores: uno omnisciente, en los dos primeros episodios, --conocedor de todos los detalles que la historia-- y otro, Tito Liviano (nombre y apellido juguetones), para contar los cuatro finales.
Si, como en las demás series, mezcla la Historia con las historias de sus numerosísimos personajes; junta realidad y fantasía; aúna vida pública y hechos privados, ahora quizás lo más fascinante de esta última tanda, influido siempre por su devoción a Cervantes, el autor del drama 'Fortunata y Jacinta' decide esta vez introducir sucesos irreales, fantásticos, alegóricos “para que la obra total no se haga pesada”, según le explica por carta a su entonces amante, la maestra Teodosia Gandarias.