Los versos torcidos del jazz que trae Lechowsky a las Islas
Rafael Lechowsky (1985, Wroclaw Polonia), MC de raigambre zaragozana y ascendencia polaca, se presenta en las Islas para interpretar esta noche a las 19.30 horas, sobre las tablas del Paper Club en Las Palmas de Gran Canaria (calle Remedios, 10), y mañana sábado a las 20.00 horas, en el escenario del Aguere Cultural en Santa Cruz de Tenerife (calle Herradores, 45), el cóctel de hip hop entreverado con el jazz que le sirve de base e interpreta la banda de cuatro músicos que lo acompaña y con el que desvía su poesía al estrellarla con ecos de big band. Acompaña al maño sobre las tablas la banda local Divergentes, que se desenvuelve a partir del rap para alcanzar territorios propios del funk, el dubstep y el ska.
Enraizado en este mestizaje que pinta la extraña pareja de estilos, Lechowsky alumbró en 2007 el disco Donde Duele Inspira, primer larga duración del joven rapero y con el que rompió con los esquemas del género, no sólo mediante la implementación de cuerdas, vientos, percusión o piano, que se conjugan en líneas de improvisación instrumental y ritmos marcados, sino también al sortear estribillos con un verseo progresivo y aflojado de corsés.
“Llevo muchos años trabajando en mi nuevo trabajo. En mi perfeccionismo aspiro a una obra que coloque mi género en una posición de respeto, igual que yo respeto la palabra con la que trabajo”, definió el artista en conversación con este periódico. A Donde Duele Inspira le sucedieron ocho años que aún se agolpan para ver nacer ese segundo álbum al que alude y que ya viene bautizado como Quarcissus, del que dejará escuchar algunos cortes.
Lechowsky describió su desenvolvimiento artístico dentro del binomio hip hop-jazz como algo “cómodo” y que no le cuesta llevar a cabo dada su “naturaleza improvisadora”, un cariz que ambos géneros alcanzan a compartir. De hecho, el desarrollo generado a resultas de esta compatibilidad de caracteres hace que ambos géneros se retroalimenten y, como reconoció el rapero, se aporten “libertad, espontaneidad y profundidad” mutuamente.
Sobre el cliché que rodea al MC (Master of Ceremony, en inglés), tal vez el irradiado por la industria, de tipo duro y corredor de malas calles, Lechowsky se situó al margen del mismo: “No me identifico con la figura del MC estadounidense: me identifico con el trovador clásico, rimador de la tradición y del pueblo, busco una identidad que se corresponda en lugar y tiempo en el que vivo.
La ausencia de estribillos en su primer disco “fue una forma de rebelión contra lo establecido y al mismo tiempo un sentimiento de no necesidad de condicionar algo que ya de por sí desea ser libre”, explicó.
Narrativas
Para los que se acerquen a escuchar las canciones de Lechowsky, han de saber, más allá de su estilo, que la narrativa de sus canciones versan “estrictamente” sobre “lo vivido”, que no es otra cosa que “los viejos temas”, como “el amor, el tiempo o la muerte”, tal y como señaló el músico.
Este rapero de raíces mestizas, como su música, y que compone letra y parte del lado instrumental, bebe de los artistas que llevaron el rap a Zaragoza y crearon la rica escena que floreció allí a finales de los 90 y principios de los 2000, caso de Violadores del Verso, Rapsusklei, Hazhe, Kase O, Tinta China o los propios Flowklorikos, donde militó Lechowsky. Ellos “son los que me empujaron a la escritura”, reconoció el MC.
Tampoco le dolieron prendas para desmarcarse de posturas anti piratería, no en vano sus canciones se pueden descargar en su web, al tiempo que reivindicó que “el arte siempre fue libre” y que “es la industria la que vino y le puso precio”.
Divergentes
El contrapunto de la noche lo pondrán Divergentes, trío que componen Geño, Gékah y El Hombrecillo Verde en sus alter egos artísticos. Aún revueltos tras su baño de multitudes en la última edición del festival Viñarock, Divergentes se asoma a la escena nacional después de cerca de once años haciendo rap en las Islas y de tres maquetas (Síndrome de Diógenes (2009), Piedras del camino (2010) y Síndrome de Diógenes II). “Estamos trabajando en un nuevo trabajo, sin fecha prevista”, anunció el Hombrecillo Verde también en conversación con Canarias Ahora.
Las letras de Divergentes son un acicate para el público heterogéneo que se deja llevar por sus canciones, y así lo perciben los tres artistas que piensan que su música “gusta mucho fuera del rap” y “no solo por el contenido de las letras, que son combativas, sino porque nos atrevemos con ritmos más funkeros. Nos gusta mezclar y salirnos un poco del tiesto”, definió el Hombrecillo Verde. Las temáticas del grupo circundan la crítica social repleta de contenido político, “acorde con los tiempos que corren”, apreció el artista.
El repertorio del grupo se dejará oír esta noche en el escenario vegueteño en una muesca más horadada en la trayectoria de un trío que prevalece fiel a sus raíces sin desdeñar cambios que ahonden en otros espacios creativos.