MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
Después de más de dos años recorriendo América desde Estados Unidos hasta Chile, y convirtiendo a Buenos Aires en su base de operaciones, el gallego Xoel López regresa este mes a España de la mano del Heineken Music Selector, para presentar a sus seguidores La Caravana Americana, el proyecto en el que ha invertido prácticamente todo el dinero que había ganado durante sus años como referente de la música indie de la mano de Deluxe.
Ahora, algo alejado de ese mundillo independiente que le dio la fama, Xoel reconoce a Europa Press que ha encontrado “formas de trabajo alternativas” en América, y subraya que desde la distancia se constata cómo en España hay una “marca digamos indie que se vende muy bien”.
“Y hoy en día para tener éxito en la música casi te compensa ser indie. Es mucho más difícil no serlo y que te vaya bien musicalmente, pues es toda una industria y no hablamos de festivales para 150 personas o discográficas que no venden ni un disco, hablamos de una industria que se ha hecho mayor y que empieza a viajar en coches caros”, plantea.
De hecho, recalca que en Sudamérica hay muchos grupos independientes “muy interesantes”, y que son “mucho más independientes, en el sentido de que además de ser músicos tienen que trabajar necesariamente en otra cosa, algo que en España cada vez pasa menos”.
“Aquí son independientes porque a lo mejor no están en una multinacional, pero es algo muy complejo y nadie se atreve a definirlo, nadie sabe lo que es. Unos piensan que es una estética o un sonido, para otros que es una independencia que no tiene que ver con las ventas, para mucha gente vender disco es lo contrario de ser independiente y está mal visto”, argumenta.
MANTENER LA “APERTURA DE MIRAS”
Poco amigo de las modas, concluye que, en cualquier caso, más allá de etiquetas, “no se debe perder la diversidad cultural y la apertura de miras”, y señala que él a veces siente que los movimientos, cuando “se encorsetan y se definen demasiado pasan a ese plano en el que las cosas están bien o mal”, algo con lo que no se identifica.
La Caravana Americana tendrá sólo tres paradas “exclusivas” en España. Vigo (Pavillón As Travesas), Bilbao (Sala Santana 27) y Madrid (Teatro Circo Price) serán las tres únicas ciudades que podrán disfrutar de este espectáculo los días 22, 28 y 29 de octubre, respectivamente.
Esta idea surgió a raíz del largo viaje que Xoel emprendió por América en 2008, tras su exitosa carrera con Deluxe. En ese punto decidió embarcarse en un nuevo proyecto en solitario, explorando y descubriendo las diferentes músicas y estilos de países como Argentina, Estados Unidos, Brasil, Venezuela, Chile o Colombia.
Allí compartió escenario con multitud de músicos, formando bandas para cada ocasión, componiendo y grabando nuevos temas en cada nuevo país, y recopilando imágenes de todas las experiencias. Ahora La Caravana Americana llega a España con todos esos músicos de diversos países -Iván Ferreiro será la representación española- que acompañarán a Xoel en estos tres eventos, que además de los conciertos incluirán una exposición fotográfica a cargo de Lola Garrido.
“ESCAPAR DEL INMOVILISMO”
El gallego no duda en afirmar que este viaje le ha servido para poner de nuevo “los pies en la tierra y escapar del inmovilismo”, tocando ante un público que no le conocía. “Considerarse una persona madura es poco maduro, pero sí siento que he madurado y que cada paso que doy me vale para aprender cosas y ser un poco menos niño, pero sin matar al niño del todo, porque siempre hay que tener ilusiones y ciertos idealismos que no hay que perder”, explica.
Según sus propias palabras, “el mejor paisaje” de esta aventura ha sido “la gente”, y reconoce que ahora vuelve a sentir esa “libertad de hacer un poco lo que quiera, mezclando cosas y teniendo tiempo para hacerlo”.
Sobre estos conciertos, ha dicho que también son una “incógnita” para él mismo, aunque destaca que le parecía una “idea bonita” devolverles el favor a todos los músicos que le abrieron las puertas de sus casas. Por eso ha hablado de “una especie de resumen” de lo que él ha vivido durante este tiempo lejos de España.
Explica, asimismo, lo que se encontrarán los espectadores: “Salgo y en cierto modo hago de maestro de ceremonias, pues estoy durante las tres horas de concierto tocando canciones mías y de los invitados. Entre todos nos vamos alternando sucesivamente. Tocaré canciones que la gente conoce más y que tengo ganas de tocar, sobre todo porque es duro estar tocando dos años canciones para gente que no las conoce”, adelanta.
A su juicio, esta cura de humildad ha sido “sana” y le ha recordado “todo lo que había trabajado y todo el tiempo que había tardado en llegar a donde estaba”. Se trata en definitiva, según recalca, de “un ejercicio sano, una especie de crisis personal provocada”.
“LA CARAVANA NO SE REPETIRÁ”
“Me ha costado dos años preparar tres conciertos y nunca había dedicado tanta energía a una serie de actuaciones tan exclusivas, juntando a tanta gente de tantos países. Son tres conciertos que se van a hacer una sola vez en la vida, y aunque sólo sea por lo efímero del proyecto, la energía y el cariño implícito, merece la pena asistir”, asegura.
Xoel avanza que no habrá disco con canciones de La Caravana, un proyecto que además ahora no piensa en repetir, y señala que todo quedará reflejado en un documental en el que ya están trabajando -para que vea la luz en 2011-, así como en la exposición fotográfica. Además, anuncia que van a grabar entero el concierto del Circo Price, “y quizás se pueda editar alguna vez en video y también en audio”.
De cara al futuro, adelanta también que piensa ya en grabar canciones para un nuevo disco bajo el nombre de Xoel López “para 2011 o 2012”. “Ya tengo las canciones y quiero dedicarme a ellas, y probablemente también haré giras con la guitarra nada más”, vaticina.
Finalmente, descarta una vuelta como Deluxe, más que nada porque para él “es sólo un cambio de nombre, pero hay continuidad”. “Con 23 años me encantaba lo del seudónimo, pero ahora con 33 me parecía un poco tonto e infantil a estas alturas de la vida. Yo soy un señor, el señor López, y al final uno hace mucho las cosas por instinto y yo sentí que quería cambiar de nombre, sin más. Aunque en cierto modo sí que era como matar al padre o quitarme la careta”, sentencia.