El Real Madrid reaccionó a tiempo y evitó sorpresas en su debut en la Liga Endesa ante un Iberostar Tenerife que planteó batalla hasta el final del tercer cuarto y que se vino abajo en los últimos diez minutos ante la mayor fortaleza y profundidad de banquillo del vigente campeón (88-73).
Los puntos de Anthony Randolph y los rebotes de Gustavo Ayón mantuvieron en la primera mitad a los blancos, que en la segunda recurrieron a los triples salvadores de Sergio Llull cuando el Tenerife se puso a solo tres puntos en el minuto 28.
Randolph y Sebas Saiz protagonizaron de salida el duelo anotador, convirtiendo los cinco y cuatro primeros puntos de sus equipos. Poco a poco, los jugadores de Pablo Laso fueron exhibiendo su mejor baloncesto y el segundo triple del ala-pívot estadounidense de pasaporte esloveno subió el 16-6 al marcador a los seis minutos.
El Iberostar sufría para derribar la barrera blanca, donde Walter Tavares hacía gala de su poder intimidatorio en la zona. Obligados a tirar desde el perímetro, al menos lograron un parcial de 0-8 que les volvió a meter en el partido.
De nuevo fue Randolph, el mejor del choque hasta entonces con once puntos en los primeros diez minutos, quien devolvió las cosas a su sitio al final de un primer periodo de claro dominio local que terminó con el conjunto isleño encadenando varios errores bajo canasta (23-14, min 10).
A pesar de los cambios introducidos por Laso, el Madrid supo mantener cómodas rentas con buenos minutos de Facundo Campazzo y Gustavo Ayón, dominador absoluto bajo aros en ausencia de Tavares. El pívot mexicano lo bordó en la primera parte, con doce rebotes -seis de ellos ofensivos- y media docena de puntos en menos de catorce minutos.
Mediado el segundo acto, los jugadores de Pablo Laso entraron en un bache ofensivo que no fue aprovechado por su rival ante la desesperación de Txus Vidorreta, obligado a pedir tiempo muerto cuando Campazzo subió la diferencia a once puntos en un fugaz contraataque.
Sin embargo, dos triples consecutivos de Nico Bussino y Ferrán Basas despertaron a los suyos y apretaron el choque antes del descanso, al que los locales se fueron ganando por solo cinco puntos tras bajar sus prestaciones respecto al inicio del choque (40-35).
La incertidumbre se mantuvo en el WiZink Center tras el paso por vestuarios. El Madrid tiraba de casta para mantenerse arriba aunque le costaba despegarse de un incómodo oponente que, cuando se veía contra las cuerdas, volvía a meterse en el partido con aparente facilidad.
Colton Iverson, con un mate tras un robo de balón, metió el miedo en el cuerpo al campeón continental y obligó a Pablo Laso a parar el partido para ordenar las ideas de sus jugadores (58-55, min 28). Emergió entonces Sergio Llull, quien, con dos triples consecutivos, devolvió las aguas a su cauce al final del tercer periodo (65-55).
El Iberostar se quedó sin fuelle y fue incapaz en los últimos diez minutos de volver a meterse en el choque y de frenar a un Real Madrid que se fue lanzado a por el triunfo, guiado esta vez por los puntos de su capitán, el veterano Felipe Reyes.
Además, los dos nuevos fichajes de los anfitriones, el esloveno Klemen Prepelic y el argentino Gabriel Deck, disfrutaron de los minutos que no tuvieron hasta su debut al final del tercer cuarto.
La en apariencia grave lesión de Tomasz Gielo, que tuvo el partido parado durante unos minutos, fue la nota negativa de un choque que terminó con un triunfo claro de los madridistas en su primera comparecencia liguera y con los 17 rebotes de Ayón como dato más destacado.