El Iberostar Tenerife superó este miércoles al PAOK Salónica (93-79) para mantener el liderato en un duelo que los tinerfeños controlaron cuando quisieron, sobre todo porque cuando le pusieron intensidad en defensa lograron frenar el ataque de los griegos.
Aunque fueron los visitantes los que inicialmente empezaron a dominar el choque con Goss muy acertado, sería en el segundo cuarto cuando los insulares empezaron a controlar el juego.
Primero apretando algo en su defensa y luego aprovechando sus ocasiones en los lanzamientos con cuatro puntos de Akognon, que debutaba en esta competición con el conjunto español, y luego con un buen juego interior que les llevó a tener una pequeña ventaja de siete puntos (31-24), a cinco minutos para llegar al descanso.
Un tiempo muerto del entrenador griego ordenó un poco su juego y, aunque logró mejorar en su aspecto ofensivo, lo cierto es que el combinado de Fotis Katsikaris logró estar también fino en ataque.
Tras el descanso se mantuvo la misma dinámica con un Iberostar Tenerife dominando ligeramente el marcador y un rival que avisaba de sus intenciones, Vasileiadis tuvo que abandonar la cancha por un problema muscular y un minuto después lo haría Akognon, que se quejó de un problema en la rodilla. Con todo ello y ante las dudas locales, el PAOK Salónica sacó provecho para acercarse a dos puntos (56-54).
Pero el equipo lagunero supo manejar el partido como quiso, ya que cuando volvió a ponerse serio en defensa atacó con más éxito y más con un Rosco Allen muy activo y efectivo que supo aprovechar sus ocasiones para anotar y volver a dar ventaja a su equipo (67-57).
Pero el equipo de Fotis Katsikaris no terminaba de “romper” el partido. Los griegos también apretaron en ocasiones y si al principio fue Goss el más acertado, luego se les unió Koniaris quien se soltó desde fuera para anotar triples importantes para volver a acercar a su equipo en el marcador (67-62), a dos minutos para acabar el tercer cuarto.
Sería en el inicio del último cuarto cuando el Iberostar Tenerife daría el empujón definitivo para no tener problemas al final, Tobey por dentro, San Miguel por fuera y Allen dentro y fuera, pero sobre todo con una mayor intensidad defensiva, el equipo insular logró irse de trece puntos (80-67) que ya los griegos no lograron acercarse más.