El jefe médico del Herbalife Gran Canaria y decano de los doctores de la Liga ACB, Pedro Montesdeoca, ha asegurado que preferiría ver terminada la carretera de su pueblo, La Aldea de San Nicolás, uno de los peor comunicados de las Iºslas, que ganar la competición liguera.
“La elección es difícil, pero me decantaría por que se termine la carretera de La Aldea. El Gran Canaria podrá ganar Ligas y Copas, pero el pueblo aldeano necesita ya la carretera para la población actual y para las generaciones futuras”, ha manifestado.
Montesdeoca, de 61 años y apodado cariñosamente Doc, es una persona entrañable que reivindica como presidente del Foro Roque Aldeano la finalización de las obras de la carretera a La Aldea, y también preserva la salud de los jugadores del conjunto isleño.
Especializado en traumatología infantil, compatibiliza su trabajo en el Hospital Materno Infantil con su consulta privada y su cargo en el Herbalife Gran Canaria, que supone para él “una vía de escape”.
“Miguel Montes era médico del equipo y yo me formaba con él. Me entró el gusanillo del baloncesto, y además salí de la rutina, porque ya no solo me dedicaba a los niños, aunque los jugadores son niños un poco más grandes -se ríe-. Entré en el club en 1990, y como máximo responsable estoy desde la temporada 2000/01”, ha recordado.
En este tiempo, el doctor Montesdeoca se ha enganchado al baloncesto.
“En mi juventud lo único que llegaba a La Aldea era el fútbol. Hoy sigo en continuo aprendizaje del baloncesto, aunque nadie ha logrado explicarme bien qué es el pick and rol'l. Sí distingo una defensa personal de una zonal, pero no me saquen de ahí”, ha dicho.
En cualquier caso, Montesdeoca es un forofo del baloncesto y del Gran Canaria (del que adquirió 15 acciones con gran valor sentimental para él), al igual que de La Aldea, aunque ya no resida allí.
“Ir al Gran Canaria Arena es para mí un vicio. Vivo y sufro en los partidos de una manera diferente, porque lo hago desde dentro. Estoy convencido de que el equipo superará la mala situación actual, que es producto del cansancio, las lesiones, y de una plantilla muy justa”, ha reconocido.
El doctor Montesdeoca se desenvuelve diariamente en un mundo de gigantes, con muchos de los cuales no se comunica como le gustaría.
“Hay jugadores que me dicen que por qué no estudio inglés y yo les contesto que aprendan ellos castellano, que para eso trabajan en España -sonríe-. Siempre tengo gente a mi alrededor que domina el inglés, con lo cual no tengo problema”, ha manifestado.
Al doctor, que ha perdido la cuenta de cuántos encuentros lleva en el banquillo del Gran Canaria, le cuesta decantarse humanamente por un entrenador y un jugador.
“Congenié muy bien con Manolo Hussein, Aíto García Reneses, que era muy caballeroso, Salva Maldonado y Luis Casimiro. Como jugador, David Brabender fue un referente, al igual que Jim Moran y Savané... Ahora están Eulis Báez, Oliver y Rabaseda, que forman el núcleo duro del equipo”, ha dicho.
Montesdeoca cuenta con el aprecio y respeto del mundo del baloncesto dentro y fuera de la isla.
“Hasta el año pasado presidí la Asociación Española de Médicos de Baloncesto y fue un honor que mis compañeros me eligiesen. También hay exjugadores del Gran Canaria que me siguen llamando para saludarme o pedirme consejo”, ha revelado.
Con uno de esos exjugadores, el hoy barcelonista Kyle Kuric, vivió algo muy parecido a un milagro, ya que el alero norteamericano superó un tumor cerebral y volvió a jugar al máximo nivel.
“Lo recuerdo y me pongo a temblar. Kuric jugó en Vitoria y tuvo dolores de cabeza. Yo no viajé, pero hablé con el doctor de Baskonia, que le puso un tratamiento. El equipo se desplazó después a Barcelona, y al llegar allí empezó con mareos y vómitos. Dije que se le hiciese un escáner, a través de los médicos del Joventut, y se descubrió lo que padecía”, ha señalado.