Savané: “Lo dejaré el día que no aguante el ritmo de los 'niños'”

Efe

Las Palmas de Gran Canaria —

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El pívot Sitapha Savané afronta a sus 37 años su decimotercera temporada en la ACB de vuelta al club donde ya era una leyenda, el Herbalife Gran Canaria, con su espíritu de siempre y sin ceder un ápice de autoexigencia: “Lo dejaré el día que no aguante el ritmo de los 'niños'”, proclama, en referencia a compañeros de vestuario a los que saca 16 años.

Después de tres temporadas en el FIATC Joventut, el jugador senegalés, de 2,01 metros de altura, retorna a una entidad insular a la que capitaneó en su despegue deportivo durante ocho temporadas -268 partidos-, liderando tres clasificaciones históricas: puntos (2.503), rebotes (1.265) y tapones (279).

El interior africano, que firmó 9,1 puntos, 3,1 rebotes y 10,7 de valoración en la pasada edición de la Liga Endesa con el cuadro catalán, ha mostrado su ambición y sus ganas de ganarse los minutos en el potente juego interior confeccionado por Aíto García Reneses.

Persona muy comprometida socialmente, tanto en Senegal como en España, 'Taph' Savané no rehuye nunca ningún tema por espinoso que sea, lo que le ha convertido siempre en un deportista diferente. Su retorno a Gran Canaria servirá, además, para reactivar su Fundación Yakaar ('Esperanza', en su wolof natal) y potenciar algunos proyectos sociales con la máxima institución insular.

Pregunta.- ¿Qué tal las sensaciones en la primera semana de trabajo en su regreso al Herbalife Gran Canaria?

Respuesta.- Ha sido una semana cargada de todo un poco, con la mudanza, los entrenamientos o los reencuentros con antiguos amigos. Me siento como si nunca me hubiese ido. Eso es muy buena señal.

P.- En el Gran Canaria Arena dejó hace unos meses una imagen para el recuerdo, cuando rompió a llorar tras eliminar con el Joventut al Herbalife en la Copa ante su público de siempre. ¿Qué recuerda de ese momento?

R.- No soy de muchas lágrimas, pero fue una mezcla de sentimientos. No sé, salieron en ese momento. Había una alegría por lograr una meta por la que había trabajado muchísimo y, cómo no, la tristeza de quitarle la alegría a la gente que más me ha animado en mi carrera.

P.- ¿Cómo está resultado la primera toma de contacto con una mito de los banquillos, como es Aíto García Reneses?

R.- Aíto y yo nos conocemos desde hace bastantes años desde la distancia y ahora confirmo todo lo bueno que había escuchado de él. Espero que él sienta los mismo de mí. A nivel de entrenamientos, mi pretensión siempre ha sido la de ser un jugador más y, desde luego, no espero otra cosa de él. Creo que aprenderé de la forma que haría cualquier joven. Por muchos años que lleve uno en esto, siempre hay que aprender y no hay mejor persona para hacerlo que Aíto.

P.- ¿Le ha comentado si espera algo especial de usted?

R.- No, todos estamos en la misma dinámica. Siempre digo que cuando no pueda aguantar el ritmo de los niños será el momento de dejarlo.

P.- En el aspecto deportivo, ¿qué le motivó más del ofrecimiento del Herbalife para abandonar un FIATC Joventut en el que contaba ya con un rol capital?

R.- La decisión fue muy dura. Me había asentado muy bien en la Penya y disfrutaba de la máxima confianza del entrenador, algo muy importante para un jugador. Salva Maldonado es el entrenador con el que más he coincidido a lo largo de mi carrera y creo que con el mejor he jugado. Sinceramente, era algo difícil de dejar atrás. Si no hubiera sido el 'Granca', no sé si habría tomado la decisión, pero aquí hay otro vínculo que está a otro nivel.

P.- Regresa a club que obtuvo la temporada pasada obtuvo el subcampeonato de la Eurocopa y éxitos sin precedentes en la Liga Endesa. ¿No siente un poco de vértigo?

R. No, para nada es vértigo. Tengo una gran motivación por conseguir grandes cosas esta temporada. A cualquier persona que se considere un ganador le motiva unirse a un grupo con ambición. Siempre la he tenido a nivel personal y me gusta estar con equipos que también la tengan.

P.- ¿Qué espera de esta temporada a nivel personal y colectivo?

R.- Me gustaría poder estar a mi mejor nivel físico y mental durante toda la temporada para sentirme importante en el equipo y que podamos lograr las metas que nos propongamos. Creo que hay un grupo para ser ambiciosos, pero con los pies en el suelo en todo momento, puesto que sabemos quiénes somos y que el resto también se refuerza y juega muy bien. Va ser complicado.

P.- ¿Cómo valora la salida del 'Granca' de Tomás Bellas? ¿Ve prematura la marcha de Walter Tavares a la NBA?

R.- Tavares es muy buen jugador. Lo sé porque lo he sufrido en la cancha. Obviamente, tiene mucho más que aprender. El que lo haga aquí o en la NBA es una decisión muy personal. Yo le deseo lo mejor.

Sobre Tomás, creo que para toda la afición ha sido una pena verle marchar, pero como amigo le deseo que esté en el mejor sitio posible, que esté a gusto, que se sienta valorado y que disfrute de su carrera. Me gustaría agradecerle los grandísimos años que le ha dado al 'Granca' y espero que los jóvenes se miren en su espejo,.

P.- En su primera intervención pública de esta pretemporada, Aíto ha destacado que cuenta con un juego interior muy completo para esta campaña. ¿Qué opina de tus compañeros en la zona Eulis Báez, Pablo Aguilar, Alen Omic y Galdikas?

R. Será complicado ganarse los minutos, pero contar con tan buenos jugadores es una gran noticia para la afición. Si uno está bien y no juega, será una buena noticia porque los otros están haciéndolo mejor. Además, al competir en la Eurocup, tendremos el doble de partidos que otros conjuntos y estoy seguro de todos tendrán sus oportunidades.

P.- Seguro que está siguiendo el Afrobasket, ¿qué le parece la actuación de Senegal, que cedió en semifinales ante Nigeria?

R.- Felicito a Senegal por hacer un grandísimo Afrobasket, incluso siendo la favorita hasta enfrentarse en semifinales a una Nigeria muy física, que lo hizo muy bien y ha merecido estar en la final. Senegal estará en el Preolímpico y sigue creciendo. Los jugadores están todos a un nivel muy alto y en ligas importantes, pero falta un paso en la Federación a nivel técnico y táctico para poder competir con los grandes equipos en campeonatos.

Me gustaría ayudar en años venideros. Creo que sería un desperdicio que lo aprendido durante estos casi 15 años como profesional no lo aplique ahí, para que los vengan tengan las oportunidades que nosotros no tuvimos.

P.- ¿Aprovechará su regreso a la isla para reactivar su Fundación Yakaar?

R. Me gustaría retomar los proyectos con Yakaar en Senegal y aquí. También dejar mayor impronta en la isla con planes de ayudas sociales. Quiero sentarme con el Cabildo insular para poder ayudar en temas relacionados con la educación o la sanidad, en aspectos de nutrición, por ejemplo. Sin duda, el 'Granca' debe tener una participación aún más activa en la sociedad y no quedarnos solo con las alegrías que damos a la gente en la cancha.

P.- Nunca ha sido una persona que mire para otro ante los problemas sociales. ¿Qué opina de la llegada masiva de inmigrantes de África y Oriente Medio a Europa?

R.- Se me rompe el corazón, y aún más cuando veo algunas actuaciones muy feas, porque los humanos muchas veces nos olvidamos de que nosotros hemos pasado antes por ciertas situaciones. Aquí, antes de la crisis, la gente se ponía en contra de la llegada de inmigrantes, pero luego hemos visto como nuestros hijos han tenido que emigrar a otros países. Uno debería pensar cómo querría que tratasen a su hijo si solo va a trabajar y ganarse la vida.

P. ¿Cree que hay voluntad de buscar soluciones a esta crisis migratoria?

R.- Entiendo que cuando llegan masas así, es difícil para un país y no hay soluciones fáciles, pero la humanidad nunca debería perderse. Las soluciones son complicadas, pero lo son todavía más si no hay voluntad política real. Así es imposible y es lo que veo a día de hoy. La Unión Europea tiene recursos de sobra para atender este tipo de crisis, sin dejar a los países en la periferia que traten solos sus problemas. De ese modo desaparece el espíritu de la Unión Europea, porque no hay ningún tipo de solidaridad. Estamos en un momento en el que Europa puede quedar bastante mal de cara al resto del mundo y perder mucha de esa luz que ahora tiene.