Larga vida a La Viña del Puerto
Aún recuerdo los nervios tan propios de una nueva apertura. Francisco Puchi, (Paco, para los amigos) había tomado una decisión: tomar solo esta andadura tan difícil, y al mismo tiempo tan placentera para quien le apasiona, como es la hostelería.
Creo recordar que durante febrero de este mismo año se inició el proyecto personal y profesional de Paco. Pasados estos meses, La Viña del Puerto es ya un referente en la ciudad. Me atrevería a decir que es de los pocos bares de vinos o wine bar que ha conseguido identificarse y seguir evolucionando a través del vino, ganándose así una posición privilegiada que solo se consigue a base de esfuerzo, trabajo y sobre todo, valentía. Porque descorchar o pichar botellas con Coravin hoy en día en Canarias es casi un acto de rebeldía, una actividad de alto riesgo. Por ello, apenas existen lugares donde el vino sea el verdadero protagonista y a los disfrutones como yo, nos apetezca siempre hacerles una visita.
Visitar La Viña, es adentrarte en un universo vinícola único y por ende, diferente. Un entorno donde se respira uva, territorio, crianzas, fermentaciones e historias detrás de cada botella, narrativas que bien sabe transmitir y personalizar Paco, su propietario. Su sensibilidad y cariño en sus formas estando detrás de cada botella que sujeta para presentarte es algo poco común. He llegado a sentir que Paco es capaz de personalizar experiencias en su bar dependiendo de quién seas tú, es como si tuviera un vino para según quien. Y eso es algo maravilloso.
Con cientos de referencias en su carta y joyas vinícolas que siempre tiene fuera de ella, Paco ha logrado que su carta líquida y la carta de comidas se den la mano y paseen juntas y orgullosas hacia lo que considero un bonito camino en la búsqueda de su excelencia.
Porque sus tapas y platos en absoluto pasan desapercibidos. No solo son un acompañamiento ideal para sus vinos, además tienen personalidad propia y generan el maravilloso placer: comer bien.
Considero que hay que reconocer que a La Viña del Puerto se va a beber, ahora bien, si bebes (además de no conducir luego) sabes que hay que comer y mantenerse hidratado, y eso lo hacen muy bien en este wine bar, conocedores de ello, estoy seguro de que no te faltará la botella de agua en la mesa, y si me lo permites, no creo que exista una mejor manera de comenzar a disfrutar la fiesta vinícola que vas a vivir que con un buen vermut y unas gildas.
Una vez finalizado el aperitivo, es momento de ir calentando motores, y qué mejor que con la burrata de Mansueto con espárragos trigueros salteados, pesto y trufa. Un comienzo fresco y ligero a la vez que sorprendente. Su juego de sabores y texturas hace que ese plato tenga mucho juego para el vino que elijas o te recomienden.
Ahora que no nos está escuchando nadie, si eres amante de las burbujas como yo, esa burrata armoniza especialmente con el champagne Guy Mea L´Assemblage, un Côte des Noirs, Premier Cru.
El plato que no puede faltar si visitas La Viña es el tartar de tomate seco. Una auténtica sorpresa culinaria, algo que no esperas. Suavidad en su textura y con ese punch necesario en su sabor que hace que no olvides lo que estás comiendo.
Una elaboración que me ha sorprendido gratamente (reconozco haber probado prácticamente toda la carta, pero no acabaría el artículo si te hablo de todo) es el mar y montaña versión canaria. Una fusión de chipirón sahariano, morcilla de Teror y almendra.
¿Qué?, ¿cómo te has quedado?, con ganas de disfrutarlo, ¿verdad?
Toca llegar al final de la velada, y si piensas que el postre no estará a la altura de todo lo que hasta ahora te he presentado, pues tendrás que probarlo y decirme algo luego. Y es que el mousse de pistacho te invita a seguir bebiendo y disfrutando. Esta vez nos atrevimos a acompañarlo con Vandama “El Reventón”, vino tinto de Gran Canaria, de Carmelo Peña. ¿Has probado alguna vez el pistacho con un vino tinto de capa media, mineral y sedoso?
Si algo tiene este wine bar capitalino es que si lo vuelves a visitar, la variedad y amplitud de su carta líquida hace que siempre puedan sorprenderte con algo nuevo y eso es algo de agradecer. Vinos naturales, de mínima intervención, o vinazos clásicos con prestigio. Toda una gama de opciones para poder disfrutar y agradar así a tu paladar.
En los últimos meses, Paco ha organizado en su Viña diferentes eventos donde la cocina corre a cargo de algún chef conocido en las islas y la propuesta de vinos es suya, de su casa. Una idea muy disfrutona que recomiendo a todo el público seguir a través de sus redes, porque seguro habrá más. Su primera celebración fue con Dani Suárez, propietario de dos inolvidables: La Pejiguera y Torna. ¡Cuánto echamos de menos ese local y todo lo que allí se hacía!
El segundo evento fue en sinergia con Carmelo Florido, del Equilibrista 33. Un menú que seguro dió mucho que hablar (si, me quedé con las ganas de asistir).
Si algo busca el bueno de Paco es que en su casa se disfrute, se vivan momentos inolvidables, felices y por supuesto como eje principal: el vino.
Un profesional que sabrá guiarte en todo momento, pero también un ser humano que rebosa calma y buen hacer, que hará de tu velada un momento diferente.
“La comida es la parte material de la alimentación, pero el vino es la parte espiritual de nuestro alimento” Alejandro Dumas.
Gracias por leerme y acompañarme siempre, nos vemos en la Viña del Puerto, cómo no, disfrutando.
Puedes seguirme en @gonzalo_santana ó contactar conmigo en disfrutones@canariasahora.com
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