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Si me lo permiten, quiero comenzar esta crítica, contándoles una historia, (espero que a estas alturas sepan que me encanta contarlas), que lo que busco con ello es ser honesto y sincero para con quienes están teniendo la bonita costumbre de leerme (desde aquí y siempre, gracias por hacerlo).

Les cuento: El restaurante Medekanto abrió sus puertas el pasado 27 de septiembre, y éste que les escribe quería visitarlo desde el primer día porque estaba ansioso por dar valor a un proyecto que he visto nacer, desde un local en bloques, hasta lo que hoy en día puede ser uno de los locales con mayor inversión en estructura y continente. 

De alguna manera he conectado y mucho, no solo con el proyecto, sino aún más con el ser humano que está detrás: Salvador Santana Franquiz, Bori. Un hombre que sueña y vive, de esos que te dicen, “tengo un sueño” y va a por él. Esos locos que van por ahí luchando por lo que sienten que merecen, pertenecientes a una especie muy rara y poco valorada, como son los emprendedores. Pues ahí está él, viviendo su sueño. 

Bori ha podido comprobar por sí mismo lo que es la hostelería desde un punto de vista empresarial y de negocio, con la apertura en mayo de 2019 y hasta la actualidad, de la franquicia La Pata Caliente, situada en la misma calle del restaurante, Ferreras número 19, en el barrio de La Isleta. Pero como buen Disfrutón y conocedor de la alta gastronomía, algo en su interior lo empujaba hacia algo más: “un lugar donde hacer disfrutar a los demás como me gustaría que lo hicieran conmigo”. Estas palabras de Bori, resumen enormemente lo que es su restaurante.

La historia continúa, y es que he tenido que visitar Medekanto hasta en tres ocasiones. 

He de reconocerles, y siempre con la inmensas ganas de que mi crítica sea constructiva, que Medekanto no ha parado de crecer y mejorar día a día; he sido testigo de ello. Desde mi primera visita, que fue maravillosa, pero con ciertos errores en cocina muy propios de un restaurante que se inicia, pasando por una segunda, donde se mejoran acciones anteriores, pero se vuelven a cometer errores en otros platos, hasta la tercera, donde ya demuestran un camino que seguro va en dirección a su excelencia. 

Cabe destacar el inmenso interés que ha demostrado todo el equipo por escuchar dichas críticas, aceptarlas y transformarlas para que una debilidad se convierta en una fortaleza. De eso se trata, ¿no creen?

Si vas a Medekanto (que es lo que espero que hagas despues de leerme), tienes que darte un paseo por el restaurante, disfrutar de su bonita decoración, echarle un vistazo a su cocina abierta y ver al equipo en acción, pero sobre todo, te invito a detenerte en la cava de vinos. Porque, seas un apasionado o no, esa carta líquida habla por sí sola de las intenciones del restaurante. 

Si les hablo de todo lo que comí y disfruté en esas tres visitas, tendría que hacer una trilogía de esta crítica, así que lo que he decidido es hablarles de lo que considero son los imprescindibles del restaurante, es más, le he puesto un nombre a esta sección:

Por los que “yo medekanto” (y animo a todos y todas a no perderse):

El mejor de los comienzos para la experiencia en Medekanto, es sin duda, el ceviche mixto, con ponzu de maracuyá, mango y aguacate. Estoy seguro de que este plato se convertirá en una insignia para el restaurante. Una explosión de sabor exótico, con un toque cítrico brutal. 

Después de tanto sabor e intensidad, quizás la mejor opción sea el steak tartar Medekanto. Como fanático de este plato, es un fijo en mis elecciones. Precisamente esta elaboración ha sido de las que ha ido transformándose cada vez más y mejor. Para mi buen steak debe cumplir ciertas condiciones: estar perfectamente cortada la carne a cuchillo, es prácticamente exigible tener su punto picante y precisa de una armonía en boca en cuanto a textura y sabor. Pues éste lo tiene.

Seguimos con otro plato frío, la burrata km 0, con berenjenas a la brasa, tomate seco y aliño de hierbahuerto y limón. Qué diferencia hubo en este plato desde mi primera vez a la última. ¡Cómo ha mejorado! Sin duda un imprescindible por el que tienes que dekantarte si te gustan los platos frescos. Les prometo que ese aliño de hierbahuerto y limón es una pócima secreta para nuestras glándulas gustativas.

Con la tortilla de la casa trufada, solo decirte que si te gusta una buena tortilla y la trufa, te deleites con la foto. Y lógicamente, al verla, sé que vas a pedirla en tu visita al restaurante.

De este plato sí que necesito hablarte porque seguro pasará desapercibido en la carta y necesita ser degustado. Y es que el contramuslo de pollo a la brasa, glaseado con caramelo semipicante y verduras, no te deja indiferente. Un ingrediente principal y común, como lo es el pollo, elevado a una potencial muy jugosa con esa mezcla de sabor dulce, semipicante del caramelo. Un contraste con mucho juego.

Recuerdas que visité y disfruté tres veces del menú de Medekanto, ¿verdad? A ver si vas a pensar que todo esto que te estoy presentando fue degustado de una sola vez. 

Ya estamos llegando al final, y sin duda, de varios principales que probé, medekanto por las albóndigas de carne madurada rellenas de queso brie con crema de apio, nabo y papas paja. Una sugerencia que sorprende nada más leerla en la carta y que en el plato cumple con toda expectativa creada. Me gusta mucho el juego del queso brie con la carne madurada y la reducción del caldo de la propia carne. 

¿Eres amante del buen arroz? Pues te recomiendo dekantarte por el arroz a la brasa con secreto ibérico. Un auténtico manjar de sabores contundentes. Pura personalidad este plato. Te llegaría a exigir que aproveches los brotes de salsa de trufa que acompañan al arroz (les ves en la foto) y los mezcles en varias de tus ingestas. ¡Qué sabor tan diferente!

Llegados hasta aquí, sin lugar a dudas, con la tripa llena y corazón contento, me gustaría resaltar dos puntos importantísimos en el restaurante Medekanto:

El equipo humano que lo forman, nada más y nada menos que diez personas (para ser un restaurante de nueva apertura, imaginen la apuesta y el riesgo que toman), que buscan hacernos disfrutar de cada experiencia, comenzando por Paolo (jefe de cocina), Zacarías (segundo a bordo en la cocina), Abdul (cocinero), Manuel (ayudante de cocina), Hixem y Gonzalo (coctelería), Manuel (limpieza y mantenimiento de cocina) y María (camarera).

Mención especial para Raquel, la mamá de ese loco soñador que es Bori, que también forma parte de este bonito proyecto como camarera, que desborda ilusión, pasión y amor en lo que hace y que sirve de complemento perfecto.

Y, el último y no menos importante: Alejandro Rivero, (jefe de sala) y sumiller del restaurante. Una humildad y cercanía muy personales a la hora de ejercer sus funciones. Todo un potencial al servicio de cada comensal. Gracias equipo, les auguro, con trabajo y pasión, un futuro muy prometedor.

La apuesta en su carta líquida. Lo que busca Medekanto con sus vinos es extraordinario. Un juego de diferentes joyas vinícolas juegan entre sí para adaptarse a cualquier exigencia, desde tomarte una copa, celebrar un día importante con tus seres queridos o amigos, hasta pegarte un homenaje descorchando grandes botellas. Agradezco enormemente tener la buena suerte de disfrutar de esa carta de vinos.

Soñar, al igual que decantarse, también puede ser inclinarse, tomar partido, decidirse.

Sin acciones no hay sueños cumplidos, dicen que “los sueños no se cumplen, se construyen”. Y como demostración de ello, es esta historia que he querido contarles en forma, también, de crítica gastronómica.

Gracias por leerme, nos vemos en una buena sobremesa.

Puedes seguirme en: @gonzalo_santana o contactar conmigo a través de disfrutones@canariasahora.com