El Pleno del Congreso convalidó este martes el decreto ley de la reforma laboral planteada por el Gobierno y lo hizo con el único apoyo de los diputados socialistas salvo Antonio Gutiérrez, ex secretario general de Comisiones Obreras, que optó por abstenerse rompiendo la disciplina de grupo.
El PP, los nacionalistas de CiU, PNV y CC, así como UPyD y UPN se decantaron también por la abstención, posición que sumó 173 votos, más incluso que los que se pronunciaron a favor. En contra se pronunciaron los ocho diputados de ERC, IU-ICV, BNG y Nafarroa Bai.
Eso sí, todos los partidos apoyaron la tramitación parlamentaria del decreto ley como un proyecto legislativo, susceptible por tanto de presentación de enmiendas de modificación a su articulado.
El texto se publicará en breve en el Boletín Oficial de las Cortes Generales ara su tramitación por la vía de urgencia. Eso sí, para que se apruebe en julio será preciso que se habilite a la Comisión de Trabajo para trabajar ese mes, que está fuera del periodo ordinario de sesiones.
Sin aplausos
Como ocurrió hace unas semanas tras el debate de medidas de ajuste, que también salió adelante sólo con los votos del PSOE, tras el debate no se escuchó ni un sólo aplauso en el hemiciclo.
El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, defendió que la reforma “beneficiará directamente” a los ocho millones de españoles en paro o con contrato temporal, sin “merma de derechos” para los once millones con contrato estable, y supone un paquete de actuaciones orientadas a potenciar la aún “incipiente” salida de la crisis, si bien sus palabras no convencieron a la oposición, que arremetió en bloque contra una norma que ven “confusa” y que “abarata enormemente el despido”.
PP: ''Reforma laboral del despido''
Así, la portavoz del PP. Soraya Sáenz de Santamaría, señaló que España necesita una reforma laboral, “pero no la presentada por el Gobierno”, sino una que flexibilice la negociación colectiva y apueste por la formación profesional. No obstante, justificó su abstención porque quiere este debate en el Congreso. “La reforma laboral del Gobierno es la del despido y la que salga de este Parlamento debería ser la del empleo”, afirmó entre abucheos de la bancada socialista.
El portavoz de Trabajo de CiU, Carles Campuzano, achacó al “absentismo” del Gobierno del fracaso del diálogo social y de que se haya “perdido demasiado tiempo” por sus “prejuicios” ideológicos para aprobar finalmente una medida “continuista” con las medidas aprobadas desde 1994. “No supone ninguna revolución”, incidió.
Su homólogo en el PNV, Emilio Olabarria, señaló que la reforma “abarata espectacularmente el despido” y se elevará el paro, ya que las condiciones para el despido objetivo no quedan claras, por lo que es necesario que el tramite parlamentario “enderece” las propuestas “mal enfocadas” que pueden ser contraproducentes, como a su juicio ocurrió con el decreto de recortes a la hora de recabar la confianza de los mercados.
UPyD: ''Es un quiero y no puedo“
Por su parte, la diputada de UPyD, Rosa Díez, señaló que no se opondría a la tramitación de la reforma que ha pedido “reiteradamente”, aunque considera el texto una “oportunidad perdida” por su carácter “insustantiva y confusa”, que no aborda lo relevante. “Es un quiero y no puedo”, remachó.
El representante de Coalición Canaria, José Luis Perestelo, señaló que se abstendrá “por responsabilidad” como hizo con las medias de ajuste presupuestario aprobadas casi un mes. En la misma línea, el diputado de UPN, Carlos Salvador, señaló que la norma será “injustificada e incompleta” hasta que no se apruebe definitivamente la norma se generarán nuevas incertidumbres tras dos años de injustificado retraso.
ERC: ''Al Gobierno se le ha quemado el embrague de dar marcha atrás''
En la defensa de los votos en contra, abrió fuego el portavoz de ERC, Joan Ridao, quien lamentó que la reforma llegue tarde y mal a manos de un Gobierno acuciado por la deuda y los mercados con una “manía compulsiva” por los recorte sociales, por lo que será necesario “corregir el tiro” durante la reforma laboral.
Su compañero de grupo parlamentario y diputado de ICV, Joan Herrera, reprochó a Corbacho que “ahora no toca” la reforma laboral y que hay medidas mucho más urgentes, aunque lo peor, a su juicio, es que la propuesta del Gobierno “es fuerte con los débiles” y “débil con los fuertes”.
La diputada de BNG, Olaia Fernández Dávila, expresó su temor a que la norma sea sólo la “antesala de lo que se avecina” con un paquete de medidas que, frente a lo prometido por Corbacho, abarata el despido y merma los derechos de los trabajadores
La diputada de Nafarroa Bai, Uxue Barkos, se sumó al rechazo y lamentó que la reforma “ignora” y se ah negado a “hincar el diente” ala revisión de la formación profesional, una de las medidas que su formación quiere llevar en sus enmiendas a la norma que se tramitará como “asignatura pendiente” en junio.