Almunia dice que los Gobiernos deberán retirar las ayudas a empresas a finales de 2010

BRUSELAS, 12 (EUROPA PRESS)

El futuro comisario de Competencia, Joaquín Almunia, anunció este martes que, si se confirma la salida de la recesión, los países de la UE deberán retirar a finales de 2010 las ayudas públicas extraordinarias que están concediendo a las empresas para facilitarles el acceso a la financiación durante la crisis. No obstante, Almunia eludió fijar una fecha para la eliminación del apoyo público a los bancos por el alto nivel de incertidumbre.

Durante el examen al que le sometió la Eurocámara para examinar su idoneidad para ocupar la cartera de Competencia, Almunia explicó que su prioridad será “gestionar la crisis financiera y sus consecuencias” y también determinar cuándo deben retirarse las ayudas públicas extraordinarias que los Gobiernos han concedido a los bancos y a las empresas para capear la crisis.

En este sentido, resaltó que la Comisión “tiene que decidir cuál es el momento adecuado para restablecer la situación anterior a la crisis” y para suprimir el marco temporal de ayudas de Estado para la economía real aprobado por Bruselas a finales de 2008 para proporcionar liquidez a las empresas y facilitar su acceso al crédito.

“En principio les avanzo que, si no cambian las expectativas que podemos tener acerca de la evolución de la economía, ese momento adecuado será el final de este año”, dijo Almunia.

En concreto, el marco temporal que caducará a finales de 2010 permite a los Estados podrán conceder una ayuda máxima de 500.000 euros por empresa, sin tener que notificarla a Bruselas, para cubrir por ejemplo inversiones o circulante. También les autoriza a dar garantías públicas para los préstamos con una reducción de prima. En tercer lugar, el Ejecutivo comunitario permite préstamos bonificados, especialmente para la fabricación de productos verdes.

Por lo que se refiere a la situación del sector financiero, el futuro comisario de Competencia recordó que los Estados miembros “han asumido obligaciones financieras enormes en apoyo al sector bancario” y dijo que “ahora la tarea principal consiste en asegurar la reestructuración de los bancos de manera que estos recuperen la viabilidad necesaria a medio y largo plazo para desempeñar su papel financiando la economía real sin necesidad de apoyos públicos”.

“Debemos preparar desde ahora una estrategia de retirada de las ayudas recibidas, aunque la aplicación de esa estrategia deba realizarse gradualmente teniendo en cuenta las condiciones de la economía y los riesgos todavía vigentes para la estabilidad financiera”, explicó Almunia. Señaló que la situación económica sigue siendo de “gran incertidumbre” y que por ello “no sería responsable” fijar ahora una fecha, pero subrayó que “todo es temporal y todo se acaba”.

Al ser preguntado por los problemas de las cajas de ahorro alemanas, Almunia defendió que “las entidades financieras no son buenas o malas en función de su naturaleza jurídica sino de la manera en la que gestionan sus recursos”. “Ha habido muy buenos ejemplos de gestión a lo largo de la crisis por parte de entidades financieras que tienen forma jurídica de caja de ahorros o de cooperativa”, afirmó el futuro comisario de Competencia.

MULTA A TELEFÓNICA

Almunia fue interrogado por si apoyaba la multa de 152 millones de euros impuesta a Telefónica por la Comisión en 2007 por abuso de posición dominante en el mercado de la banda ancha y por si él hubiera resistido las presiones del Gobierno español y adoptado una decisión similar. “El Gobierno español sabe qué tipo de presiones puede ejercer en el comisario llamado Almunia”, ironizó el futuro responsable de Competencia. Y añadió que él apoyó la multa “sin ninguna duda” y que seguirá vigilando la actuación de las grandes empresas europeas que son antiguos monopolios, como el operador español.

Almunia defendió la necesidad de una política de Competencia fuerte en la UE porque ello beneficiará tanto a las empresas, que “estarán en mejores condiciones de tener éxito fuera de las fronteras de la UE”, como a los consumidores, que tendrán más posibilidades de elección, mejor calidad y precios más bajos.

El actual comisario de Asuntos Económicos se comprometió a hacer cumplir las normas de Competencia “de forma rigurosa”, “firme” e “imparcial”, sin ceder a las presiones de intereses particulares ni aceptar tratos de favor para las empresas más poderosas. En este sentido, anunció que dará prioridad a la lucha contra los cárteles y que tratará de impedir el abuso de posición dominante por parte de las empresas.

También anunció que presentará una propuesta para facilitar que empresas y consumidores perjudicados por la vulneración de las normas de competencia puedan pedir compensaciones, pero dijo que evitará que la nueva norma “abra la puerta a excesos” como los que se producen en Estados Unidos.