El Gobierno aprobó este sábado los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2010, con un déficit del 5,4% para la administración central, tres décimas menos que el previsto anteriormente, y un recorte del gasto del 3,9%, lo que supone un esfuerzo de contención de gasto “sin precedentes” en todas las partidas no prioritarias.
Así lo anunció este sábado la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros extraordinario, donde recordó que los Presupuestos se enmarcan en un contexto de crisis, por lo que son “austeros”, comprometidos con el cambio de modelo y con un “marcado” carácter solidario.
En esta misma línea se manifestó al vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, que consideró que el Presupuesto de 2010 también incidirá en la recuperación del empleo al garantizar el gasto social y la protección a los ciudadanos que más han sufrido los efectos de la crisis económica.
En este sentido, Salgado recordó que la mayor parte del ajuste en el empleo ya se ha hecho, pero que la tasa de paro se situará en el 17,9% este año, en el 18,9% en 2010 y en el 18,4% en 2011. “Esperamos que la medida no supere el 19%”, señaló, tras reconocer, sin embargo, que, al ser una media, es posible que la tasa supere esta cifra en algún momento del próximo año.
A su parecer, los Presupuestos comienzan el camino del reequilibrio de las cuentas públicas, aunque siempre en el marco de la condición de no retirar los estímulos económicos y fiscales hasta que la recuperación se “consolide”, tal y como acordó el viernes el G-20 y como ya había puesto de manifiesto el Ecofín. “Por supuesto lo estamos aplicando y buena muestra de ello son los Presupuestos”, subrayó.
Los ingresos crecerán un 21%
Según las cifras, los ingresos del Estado, después de la cesión a los entes territoriales, alcanzarán los 121.626 millones de euros el próximo año, un 21,2% más que la previsión de liquidación de 2009, mientras que los gastos se situarán en 185.249 millones de euros, un 3,9% menos.
Salgado explicó que la subida fiscal supondrá más ingresos para las administraciones territoriales (unos 2.810 millones), que tienen que figurar en los Presupuestos, lo que ha hecho que el Gobierno incremente el límite de gasto no financiero en esa misma cantidad para no detraer de forma adicional el gasto de los ministerios.
“No parecía razonable”, señaló la vicepresidenta económica, quien recordó que el techo de gasto se aprobó antes del aumento de impuestos y explicó que del incremento de los ingresos por la subida fiscal, sólo 3.000 millones se quedan en el Estado durante 2010 para reducir el déficit. Esto provoca que las previsiones sitúen ahora el déficit estatal en el 5,4% para 2010, tres décimas menos, y también en el conjunto de las Administraciones Públicas, hasta el 8,1%.
Preguntada por cómo se va a conseguir esa cifra de ingresos, Salgado explicó que algunas medidas puestas en marcha en 2009 se compensarán, en parte, en 2010, mientras que la crisis irá reduciendo sus efectos, lo que permitirá que la recaudación de los diferentes impuestos empiece a recuperarse el año que viene, excepto el IVA, que seguirá a la baja por la pérdida de beneficios de las empresas.
En cuanto a la partida de gastos, reiteró que el límite es de 185.249 millones, algo superior al planteado en el mes de junio, aunque aseguró que el Gobierno no está incumpliendo lo aprobado en dicho mes por el Parlamento, ya que allí sólo se aprueba un objetivo de déficit del que después se deduce el límite gasto.
Partidas de gasto
Salgado explicó que la caída del 3,9% hay que compararla con el gasto finalmente ejecutado en 2009, que se elevó en 16.898 millones debido a las medidas fiscales y a las partidas adicionales destinadas a la protección social, sobre todo a los desempleados para paliar los efectos de la crisis.
En concreto, adelantó que el gasto de personal crecerá un 2,7% en 2010 debido al incremento retributivo de 0,3% para las administraciones públicas, al 0,3% destinado a financiar los planes de pensiones de los empleados públicos, a la congelación de las retribuciones de los altos cargos y a la reducción de la oferta de empleo público.
Este incremento se destinará, fundamentalmente, a los ministerios de Justicia e Interior y no se deberá tanto a incrementos retributivos como a una mayor dotación de personal para cumplir con el Plan de modernización de la Justicia.
Los gastos corrientes, por su parte, aumentarán “muy ligeramente” y sólo por el efecto de la Presidencia española de la UE --que se celebrará en el primer semestre de 2010--, ya que el resto serán muy similares a 2009. Las transferencias corrientes, que suponen el 55% del total de gasto no financiero, caerán un 7,3% por los esfuerzos de austeridad no ligados al gasto social ni a los compromisos del nuevo sistema de financiación autonómica.
Las inversiones también descenderán, aunque serán asumidas por entes que no forman parte del presupuesto consolidado y que tienen capacidad de endeudamiento, lo que permitirá que las inversiones productivas se lleven a cabo, igual que las de I+D.
El 51,6% a gasto social
Con todo, el 51,6% del gasto se destinará a gasto social, el 21% a trasferencias a otras administraciones, el 6,3% a I+D e infraestructuras, el 6,6% al pago de los intereses de la deuda, el 6,2% a la financiación de servicios públicos básicos y el 8,3% restante a otras actuaciones económicas.
La ministra aseguró que el Gobierno estará “muy vigilante” en este sentido y que todos los ministerios han puesto de manifiesto su compromiso y disposición para ser austeros. “Siendo los Presupuestos más duros, también seguramente han sido los más fáciles para la ministra de Economía, gracias a la absoluta solidaridad que he encontrado en todos los ministros”, aseveró.
Llegado este punto, pidió que, con estas cifras, aquellos que reclaman mayores reducciones de gasto expliquen dónde las harían, ya que el gasto cae en todas las partidas que no son prioritarias.
Salgado aseguró que los Presupuestos se sustentan en el cuadro macroeconómico elaborado en el mes de junio por el Ejecutivo, que contempla una caída interanual del PIB del 3,6% para 2009 y del 0,3% para 2010. A su parecer, el Gobierno sigue estando de acuerdo con estas previsiones, tal y como indican los últimos datos conocidos.
Sin revisar las previsiones
“Creemos que podemos mantener esta previsión con los datos que tenemos”, aseguró Salgado, tras recordar que estas previsiones también incorporan una previsión de deuda del Estado de 41,7 puntos sobre el PIB en 2009 y de 49,1 puntos en 2010.
Así, para el conjunto de las administraciones, la deuda será de 53,4 puntos sobre el PIB este año y del 62,5 puntos el año que viene, aunque, según la ministra, el peso de la deuda en España en relación con el PIB será “considerablemente inferior” a otros países del entorno, cerca de 20 puntos menos.
A su juicio, con todos estos datos, el Gobierno podrá cumplir con su objetivo de mantener la protección social y la consolidación de algunas partidas como la atención a la Dependencia, así como mantener la inversión productiva y preparar así al país para el futuro.