Este lunes a las 00.00 horas se abrió la veda del atún rojo en Canarias para los 246 barcos que este año se inscribieron en esta campaña, 65 más que en 2014 cuando el cupo de 52,68 toneladas se agotó en tan solo 36 horas. Para este año los pescadores de las Islas podrán capturar 102 toneladas, de las cuales 34 son de cuota fija y las otras 66 corresponden al Fondo de Maniobra, el que se reserva el Gobierno central y que concede a las pesquerías con mayor necesidad, entre ellas la de Canarias, que lleva años reivindicando que su cuota se suba al 10% del total del Estado frente al 1,2% actual.
Los pescadores canarios denuncian que de las 2.950 toneladas que Bruselas fija para España, a Canarias solo le corresponda el 1,2%, una porcentaje que creen que es pírrioa ya que es en las Islas donde más barcos hay dedicados a la captura del atún rojo, 246 de los 396 que se dedican a trabajar esta especie en todo el Estado. Como comenta Rita Díaz, consejera de Agricultura, Ganadería y Pesca del Cabildo de Fuerteventura, esta cuota se realiza a través de una orden ministerial que ya han solicitado que se cambie para que el reparto sea equitativo. Y es que en su opinión el Estado “no tiene en cuenta a Canarias” ya que existen barcos que tienen más cuota que todo el Archipiélago. “Para el Ministerio lo que priman son las empresas”, sostiene.
En este sentido tanto Ricardo Ortega, de la cofradía de Arguineguín, como Fernando Gutiérrez, de la cofradía de La Restinga, recuerdan que en los años 70 en Canarias se llegaban a capturar al año más de 900 toneladas de atún rojo, pero con el paso de los años esta cantidad fue descendiendo. Fue en el año 2006 cuando la ICCAT, el organismo que regula la pesca del atún rojo en el Atlántico y sus mares adyacentes, entre ellos el Mediterráneo, reguló las cuotas de captura para cada país con el objetivo de evitar la sobreexplotación de este animal y que se recuperara la especie, aunque la consejera majorera subraya que “ya se ha recuperado”. Así, en la temporada de 2007 se tomaron los datos de los cuatro años anteriores en Canarias y se fijó un total de 24 toneladas ya que en esa época la especie no era capturada en el Archipiélago porque tomaba otras rutas en su camino hacia el norte.
En nuestros días desde el sector pesquero creen que la cuota que debería tener el Archipiélago es la del ya mencionado 10%, que correspondería a cerca de 300 toneladas este año, cifra que iría en aumento hasta 2017 ya que la Unión Europea va a darle a España de aquí a dos años un 20% más de cuota. Tanto los pescadores como la consejera majorera defiende este reparto y exponen el caso de los atuneros del Cantábrico,los cuales tienen una cuota de 500 toneladas, pero sin embargo no salen a faenar ya que venden sus derechos a otros buques que faenan en el Mediterráneo.
La Secretaría General de Pesca del Ministerio es la que distribuye la cuota anual del atún rojo atendiendo a dos criterios. Por un lado las capturas históricas (el 60%) y por otro criterios socioeconómicos y de dependencia de la pesquería (el 40% restante). Con ello cada año se decide cuánto se va a pescar en los diferentes caladeros nacionales y realiza el reparto de la cuota. Sobre esto Juan Placeres, de la cofradía de Morrojable, cree que el Gobierno central “ignora por completo a los pescadores canarios” y más teniendo en cuenta que en la última reunión de la ICCAT España había pedido más cuota “para beneficiar las flotas menores”, algo que en su opinión fue “mentira” ya que finalmente realizó un reparto “injusto”. Como ejemplo de ello indica que en nuestro país hay seis barcos que tienen para ellos una cuota que llega a las 1.000 toneladas, o que, como denunció en su día Coalición Canaria-Nueva Canarias en el Parlamento, que el grueso del atún rojo acaba en manos de las tres empresas industriales más importantes de España, cuyos criterios de gestión “no se ajustan precisamente a una explotación artesanal y sostenible”.
Desde las cofradías y el Cabildo majorero indican que con esto lo que se beneficia es a quienes pescan en el Mediterráneo, ya que en esta zona están la mayoría de barcos cerqueros, los cuales no realizan una pesca artesanal como en Canarias o la almadraba del Estrecho de Gibraltar. Ortega indica que la ventaja de las Islas frente a otras zonas de Europa es que los atunes que se capturan aquí son ejemplares grandes “algunos llegan hasta los 300 kilos”, lo que permite tener especies ya desarrolladas, mientras que la flota industrial en el Mediterráneo “enjaula a especies pequeña para criarse y después no se reproduce”.
Entre las soluciones planteadas en Canarias para poder optar a un reparto más justo está la petición del estatus de plena autonomía interna que permita al Ejecutivo regional negocia en Bruselas por la cuota de atún rojo y que sea la Unión Europea quien directamente asigne la cantidad.
También se quejan, aunque en menor medida, de los pescadores furtivos de atún, los cuales muchas veces se camuflan entre barcos de pesca deportiva (quienes tienen una cuota de cuatro toneladas y su veda se abre en el mes de junio) y realizan sus capturas para vender a restaurantes locales o, a veces, incluso para que los turistas pesquen este animal “tirando en ocasiones el atún al mar estando muerto”.
La campaña de este año empezó con una normativa que establece que los barcos inscritos para la pesca tenían que estar en el puerto con localizados por satélite desde el sábado 7 de marzo a la espera de la salida a las 00.00 horas del lunes 9 de marzo. Esto hacía que a la medianoche del domingo al lunes los puertos canarios fueran el punto de salida de, lo que Ortega califica, “una carrera”. La finalidad de esto era que algunos barcos no estuvieran a la hora de la apertura de la veda en los bancos de peces o sus proximidades y todos tengan las mismas oportunidades. En cuanto a la faena, desde Morrojable señalan que no creen que ocurra como en 2014 cuando capturaron todo el atún en poco más de un día. “Hasta el momento se está pescando poco porque la veda se abrió coincidiendo con el mal tiempo y las aguas están frías”. El agua del Atlántico actualmente ronda los 17 grados centígrados y esta especie prefiere viajar hacia el norte con corrientes más cálidas, por lo que evitan pasar por las aguas Canarias. No obstante, la veda estará abierta hasta el mes de mayo, cuando esta termine, el trabajo de los pescadores seguirá fuera de las aguas peleando en los despachos por llegar al tan ansiado 10% de cuota.