El Banco de España trabaja para construir un sistema financiero “solvente”

MADRID, 19 (EUROPA PRESS)

El director general de Supervisión del Banco de España, Ramón Quintana, ha afirmado que está haciendo “todo lo necesario” para construir un sistema financiero “fuerte y solvente”, convencidos de que están avanzando “en la dirección adecuada”, pero ha reconocido que la tarea que queda por hacer es “de gran envergadura” y, por ello, no escatimarán esfuerzos.

Así se ha pronunciado Quintana en la apertura de unas jornada de Unidad Editorial, en la que ha aseverado que la etapa que atraviesa el sistema en estos momentos es “compleja y exigente”.

Quintana ha manifestado que el establecimiento del Mecanismo Único de Supervisión contribuirá “a restaurar la confianza en el sector bancario y reactivar los préstamos interbancarios y los flujos transfronterizos de crédito”.

Para ello, ha insistido en la necesidad de avanzar en el diseño de la supervisión integrada por todos los estados miembros participantes en el euro, sobre la base de un sistema que otorgue al Banco Central Europeo las competencias en materia de supervisión y que aproveche la experiencia y conocimientos de los supervisores nacionales.

Según ha destacado, las entidades españolas se encuentran “en buena disposición para afrontar los nuevos requerimientos” derivados de la normativa europea Basilea III, que podría entrar en vigor el 1 de enero de 2013.

El director general de supervisión ha indicado que las medidas que se han desarrollado hasta ahora “contribuirán con toda seguridad a eliminar las incertidumbres por la parte más vulnerable del sector bancario”, lo que, según ha dicho, reforzará la solidez del sistema financiero y su capacidad para dar crédito y favorecer el crecimiento y el empleo.

Por último, ha resalta que el sistema bancario español “estará dispuesto a encarar un futuro todavía complejo” para canalizar los recursos financieros de la economía.

“Será un sistema que tendrá que adaptarse a las nuevas condiciones de la competencia dibujadas por el proceso de concentración del sector, a la nueva dimensión de los flujos reales de la economía tras la crisis, a las más duras condiciones externas para el logro de la eficiencia y a las dificultades internas que implica toda reestructuración de los negocios o integración de entidades”, ha señalado.