MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
El Banco de España asegura que no existen precedentes cercanos en España de una doble recesión, lo que plantea “importantes interrogantes” sobre la capacidad de respuesta de la economía española, en un momento en el que sus ineficiencias lastran la recuperación y obstaculizan el restablecimiento de una nueva senda de crecimiento sostenible.
En su informe anual, el Banco de España repasa la evolución de la economía española en 2011 y la recaída que se ha producido en 2012 por la intensificación de la crisis de deuda soberana y su interacción con la situación del sistema financiero, que han empeorado las condiciones de financiación de la economía y la confianza de los agentes.
La institución asegura que la recaída se produce en un momento en el que todavía prosigue el ajuste en el sector inmobiliario, no se ha detenido la destrucción de empleo, el sector privado está inmerso en un “complicado” proceso de recuperación de la competitividad y desapalancamiento financiero y el bancario en otro de saneamiento, recapitalización y reestructuración, al tiempo que se avanza en un “severo” proceso de consolidación fiscal en un escenario sin crecimiento.
“Estos factores, que han influido en la recaída, condicionan asimismo la salida de esta compleja situación”, señala el Banco de España, quien asegura que, a muy corto plazo, las perspectivas siguen condicionadas por la necesidad de corregir los desequilibrios pendientes y de enderezar las fragilidades que han surgido durante la crisis, lo que obliga a completar los ajustes y limita las posibilidades de crecimiento.
Sin embargo, cree que el seguimiento de una “agenda ambiciosa” de saneamiento y reformas permitirá restablecer los equilibrios macroeconómicos y la competitividad necesarios para reanudar una senda de crecimiento “sólido” a medio plazo y evitar el riesgo de que la economía quede atrapada en un escenario de escaso dinamismo durante un periodo prolongado de tiempo.
“Cuánto más rápidamente se culminen los ajustes y se afronte las debilidades propias que han situado a la economía en una posición de vulnerabilidad, no sólo se restablecerán más prontamente las bases de un crecimiento sólido, sino que también será mayor la protección frente a las perturbaciones y accidentes que se puedan producir en el todavía inestable escenario de la zona euro”, señala.
En este sentido, el supervisor financiero advierte de que el desarrollo de la crisis de deuda soberana continuará siendo un condicionante externo “importante”, por lo que la capacidad de reacción propia y la “adecuada respuesta” de los agentes determinarán “más que nunca” la forma en que se superará la “difícil encrucijada” en la que se encuentra la economía.
TRES PILARES DE POLÍTICA ECONÓMICA
Para el Banco de España, la superación de la crisis requiere una política económica “firmemente anclada” en una orientación a medio plazo para culminar la corrección de los desequilibrios y profundizar en el saneamiento de los sectores, aunque las medidas concretas puedan tener un efecto contractivo a corto plazo.
En este sentido, pide una agenda de política económica que se articule en torno a tres pilares: la reestructuración de las entidades de crédito, la culminación de un proceso fiscal “ambicioso” y el avance en las reformas estructurales, sobre todo en la del mercado de trabajo.
UNA RECUPERACIÓN MÁS DURADERA, EN 2013
A pesar la actual situación, el Banco de España espera que comiencen a apreciarse los primeros estadios de una “recuperación más duradera” en el año 2013, y cree que la recaída es indicativa tanto de la fragilidad de la recuperación anterior como de la intensidad de los elementos que se acumularon en 2011 y “dieron al traste” con la mejora gradual del producto.
Por otro lado, repasa la reacción europea a la crisis y asegura que los progresos en políticas nacionales, gobernanza europea y política monetaria han sido “desiguales y no exentos de dificultades”. “El camino por recorrer es todavía importante”, señala la institución que gobernará a partir del lunes Luis Linde, tras resaltar la necesidad de completar los movimientos con el diseño de una agenda “más ambiciosa” para avanzar hacia una unión económica “más fuerte y profunda”.
PIDE “AMBICIÓN Y CONSENSO” PARA EL MEDE
El Banco de España analiza también el mecanismo permanente de gestión crisis, el ámbito en el que ahora se necesita más “ambición, consenso y determinación” por parte de los gobiernos. A su parecer, el proceso de creación del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) ha sido “demasiado lento” y ha estado sometido a “excesivas fricciones”, dada la magnitud de la crisis y su velocidad.
Según la institución, los debates sobre su dimensión y sobre el abanico de instrumentos de los que se le dota, aunque necesarios, se han dilatado “más de lo deseable” y han evidenciado demasiados desencuentros. “Los inversores han percibido las dificultades para avanzar en este terreno y han reaccionado ante la ausencia de consenso con una extra de desconfianza”, ha dicho.