“No es basura, es energía”. Bajo esta premisa, la Fundación Disa y el Instituto Tecnológico de Canarias han firmado en el mediodía del viernes un acuerdo de colaboración por el que la Fundación concederá tres becas de investigación para tres proyectos con el objetivo de “garantizar la sostenibilidad con la innovación de modelos energéticos”.
El primero de estos proyectos se basa en la creación de biogás con el aprovechamiento de los residuos orgánicos domésticos de pequeños núcleos de población, lodos de depuradoras y restos de actividades agrícolas y ganaderas. Para su investigación se ha propuesto el núcleo de Pozo Izquierdo en Gran Canaria como poblado para evaluar las posibilidades reales de producir esta energía renovable. De obtenerse, sería valorizado enérgicamente en las instalaciones del ITC.
El segundo, utilizará el cultivo de unas microalgas de alto rendimiento que consumen CO2 para la producción de biocombustibles. Esta beca tiene un interés añadido, ya que se trata de una idea innovadora del ITC y, de concluir positivamente, se convertiría en una tecnología pionera en el mundo desarrollada en Canarias.
Por último, se buscará generar un tipo de específico de biodiesel de segunda generación para automoción a partir de residuos de platanera. El BIO-DME se puede obtener de diferentes formas a partir de diversas fuentes de biomasa y procesos, por lo que poder obtenerlo de las plataneras sería un gran descubrimiento para las islas dado el alto número de estos cultivos que posee.
A la firma del convenio asistió Margarita Ramos, consejera de Empleo, Industria y Comercio y presidenta del ITC; Raimundo Baroja, consejero delegado de Disa Corporación y director general de la Fundación Disa; Nicolás Díaz-Chico, consejero delegado del ITC y Gonzalo Piernavieja, director de la División del I+D del ITC.
“Canarias debe convertirse en un referente en el desarrollo de energías renovables” ha señalado Ramos, quien añade que este proyecto “persigue la autosuficiencia energética de las islas a través de la colaboración entre el sector privado y el público”. La consejera de Empleo, Industria y Comercio, además, quiso resaltar que este tipo de convenios sirve para la “creación futura de empresas y negocios en sectores emergentes y de puestos de trabajo de alta cualificación”.
Nicolás Díaz Chico quiso dar relevancia a la implicación del ITC con las empresas canarias en sus proyectos basados en el conocimiento, potenciando su desarrollo a través de la implementación de las innovaciones tecnológicas en los campos de las energías renovables, agua y biotecnología. Raimundo Baroja añadió que, en un momento como el actual,“ el conocimiento y la innovación en Canarias son fundamentales para general valor y crecimiento”.