MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
El ministro de Fomento, José Blanco, ha asegurado que el descenso del precio de la vivienda se encuentra “en la fase final” y que “la mayor parte del ajuste ha pasado”. “Hay zonas en las que no se esperan caídas de precios”, ha dicho en el marco de la segunda jornada de la Conferencia Inmobiliaria de Madrid 2011, antesala del Salón Inmobiliario de Madrid (SIMA).
De esta forma, Blanco desplegó una visión de la evolución de los precios de la vivienda diferente al del director general del Servicio de Estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, quien vaticinó ayer en este mismo foro que los pisos seguirán abaratándose hasta un 10% adicional durante los próximos dos años.
Blanco recordó que para lograr una completa “normalización” del sector aún es preciso “digerir” el 'stock' de viviendas sin vender y recordó que éste ya ha empezado a reducirse en 2010, al tiempo que celebró que ya se estén ofertando otra vez viviendas sobre plano.
Si bien, no ocultó que el Gobierno “no está seguro de que esta tendencia (de absorción del 'stock') pueda proseguir este año”, pero no concretó las causas de esta incertidumbre. En este sentido, pese a sus pronósticos sobre la evolución de los precios, Blanco dejó claro que el ajuste del sector será “de largo alcance” y que aún quedan por delante tiempos “difíciles y exigentes” para el sector inmobiliario.
En este punto, Blanco desgranó algunas de las medidas puestas en marcha por el Gobierno para intentar facilitar la absorción del 'stock' y puso especial énfasis en el 'road show' informativo que el Ministerio de Fomento está llevando a cabo por países europeos. Al respecto, el titular de Fomento valoró “positivamente” la iniciativa y destacó la “buena acogida” que está teniendo entre los potenciales inversores.
Por último, aprovechó la ocasión para trasladar al sector promotor la necesidad de incorporar la alta tecnología a la construcción y dijo que si en el pasado se conocía a España por la cantidad de viviendas que construía, ahora debe caracterizarse por “lo bien que las hace y lo bien que las vende”. A su juicio, la construcción tendrá que ser en el futuro una “industria competitiva y racional”.