BRUSELAS, 12 (EUROPA PRESS)
La Comisión Europea ha propuesto endurecer las sanciones contra los países que incumplan reiteradamente el límite de 3% de déficit público que impone el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) con el objetivo de evitar que se repitan en el futuro casos como la crisis de endeudamiento de Grecia o los elevados déficits de España o Portugal.
Bruselas quiere que se suspendan las ayudas europeas del fondo de cohesión a los infractores.
El endurecimiento del Pacto de Estabilidad es el centro del plan presentado este miércoles por el Ejecutivo comunitario para mejorar el gobierno económico de la UE y completar así la unión monetaria. “Europa ha hecho frente a las emergencias más urgentes. Pero debemos demostrar que nos tomamos en serio las reformas necesarias, tenemos que ir a la raíz del problema”, dijo el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso.
“Los Estados miembros tienen que tener el valor de decir si quieren o no una unión económica, porque si la quieren, es mejor olvidar la unión monetaria. Está absolutamente claro. Es una cuestión de responsabilidad”, resaltó.
Al proponer endurecer el PEC, Bruselas asume parte de las exigencias planteadas por la canciller alemana, Angela Merkel, como requisito para salvar a Grecia de la quiebra y crear un fondo de rescate dotado con 750.000 millones de euros para frenar el contagio a España y Portugal. Pero no apoya la propuesta más extrema de la canciller alemana, expulsar de la eurozona a los incumplidores, ya que ello exige modificar el Tratado.
El Ejecutivo comunitario pide suspender los fondos de cohesión a un país que esté vulnerando repetidamente las reglas del Pacto de Estabilidad. Y, en casos menos graves, se reclamará a los países infractores que redirijan las ayudas europeas a mejorar la calidad de las finanzas cuando se constate la existencia de un déficit excesivo.
La Comisión también quiere obligar a los países con políticas fiscales “inadecuadas” a constituir depósitos con intereses remunerados que quedarían bloqueados.
“Seamos claros. Sin sanciones no habrá suficiente credibilidad. Por lo tanto insistimos: es importante que los Estados miembros respeten el PEC para tener este tipo de incentivos, porque si no no serán creíbles”, dijo el presidente de la Comisión.
“Por supuesto, esperamos no tener que usarlo”, destacó. Por eso, agregó Barroso, la arquitectura ideada es “anunciar” la posibilidad de suspender los fondos y dar a los Estados miembros un tiempo para corregir sus déficits, de manera que no se vean afectados por la suspensión. Por lo tanto, no será “inmediato”. “La idea es crear un incentivo”, subrayó.
El PEC ya prevé la aplicación de sanciones para los países que superen el límite de déficit público, pero de momento nunca se han llevado a la práctica. El momento en que se estuvo más cerca de imponer multas fue en 2003, pero Alemania y Francia, que eran los países incumplidores, paralizaron el proceso y forzaron una reforma del Pacto para flexibilizarlo.
El Ejecutivo comunitario solicita además que se preste más atención al nivel de deuda de los Estados, que con la actual crisis se disparará al 84% del PIB en 2011 de media. Por ello, en el futuro los países con una deuda superior al límite del 60% que marca el PEC se les abrirá un procedimiento por déficit excesivo si su ritmo de reducción del déficit no ayuda a rebajar también la deuda.
Bruselas pretende que la UE no se limite únicamente a vigilar problemas presupuestarios sino que abarque también las diferencias de competitividad entre los países de la eurozona. Para ello, fijará indicadores en temas como productividad, balanza por cuenta corriente o costes laborales y dirigirá alertas a los Estados miembros que se desvíen.
Para evitar que se tenga que llegar a la fase de las sanciones, el Ejecutivo comunitario quiere también que la UE pueda revisar los presupuestos anuales de los Estados miembros antes de que se aprueben en los Parlamentos nacionales. Esta propuesta ya ha chocado con la negativa de Alemania, que alega que supondría una cesión excesiva de soberanía nacional.
“La decisión será siempre de los Parlamentos nacionales, nunca podremos limitar su papel, que está definido en la Constitución de los diferentes Estados miembros”, insistió Barroso. Pero dejó claro que cuando los parlamentos nacionales toman una decisión deben conocer la situación de las finanzas públicas de su país en el marco europeo. Y recordó que las decisiones adoptadas en un país, incluso si no representa más que el 2% del PIB de la eurozona como Grecia, tienen “enormes consecuencias” en los otros.
“Es una cuestión de interés común. No interesa sólo al Parlamento griego las medidas tomadas por Grecia o por Portugal o por España”, ilustró.
Finalmente, el Ejecutivo comunitario propone que se cree en la UE un fondo de rescate permanente para asistir a los países con problemas para refinanciar su deuda. Con este instrumento, la Comisión podría emitir en los mercados con la garantía del presupuesto comunitario y de los Estados miembros para prestar a los Estados miembros en crisis o comprar su deuda. Bruselas ya presentó un plan en este sentido el pasado domingo, pero fue tumbada por Alemania y Países Bajos, que no querían dar tanto poder al Ejecutivo comunitario.
En su lugar se creó un mecanismo intergubernamental dotado con 440.000 millones de euros para tres años en el que la Comisión sólo tendrá un papel de coordinación. A ello hay que sumar 60.000 millones de euros del presupuesto comunitario y 250.000 del FMI, hasta llegar a los 750.000 millones de euros, pero el fondo no tiene carácter permanente.