BRUSELAS, 30 (EUROPA PRESS)
Los países de la UE buscan de manera urgente la ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Central Europeo (BCE) para reforzar el fondo de rescate de 440.000 millones de euros, de manera que pueda asistir a Italia y España si es necesario y frenar el contagio de la crisis de deuda.
Esta nueva estrategia se ha puesto en marcha tras fracasar los planes anteriores de apalancar el fondo hasta lograr una potencia de un billón de euros. La dotación del mecanismo podría quedarse finalmente en sólo la mitad, 500.000 millones, debido al agravamiento de la crisis y la falta de interés de los inversores extranjeros.
“Estamos entrando en un periodo crítico de 10 días para completar y concluir la respuesta de la UE a la crisis”, ha avisado el vicepresidente de la Comisión y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, en referencia a la cumbre que se celebrará el 9 de diciembre. “La unión económica y monetaria o deberá completarse a través de una integración mucho más profunda o tendremos que aceptar una desintegración gradual de medio siglo de integración europea”, ha resaltado.
Sin embargo, los ministros de Economía de los 27 no han aclarado en su reunión de este miércoles cómo se articulará la ayuda del FMI y del BCE. Y el representante sueco, Anders Borg, ha dejado claro que la UE espera que los nuevos Gobiernos de España e Italia aceleren los ajustes fiscales para que ambas instituciones tengan más margen de maniobra para actuar.
“Tenemos que ver una consolidación fiscal acelerada tanto por parte de Italia como de España. Ahora es una ocasión única en el sentido de que tenemos dos nuevos Gobiernos que pueden sacar los esqueletos del armario y deben darse cuenta de que los mercados no van a permitir una luna de miel”, ha dicho Borg.
“Si ello sucede, la reunión a principios de diciembre de los jefes de Estado (en referencia a la cumbre del 9 de diciembre) empezaría con mejor pie porque veríamos mucha más credibilidad en el mercado”, ha sostenido.
Si España e Italia cumplen estas condiciones, Borg ha asegurado que “todos los miembros del FMI pueden participar en el refuerzo” del fondo de rescate. “Si hay instituciones europeas que actúen en esa dirección, eso también podría ser un paso adelante”, ha agregado, en referencia al BCE. “En mi opinión, la estabilidad de precios está garantizada en Europa y por ello hay cierto margen de maniobra para el Banco Central en este tema”, ha insistido.
“Deseamos un refuerzo máximo (del fondo de rescate), por supuesto con el FMI y con el BCE”, ha dicho también el ministro de Finanzas belga, Didier Reynders. “Con el FMI estamos negociando y con el BCE le corresponde al Banco adoptar sus decisiones” porque el Eurogrupo respeta su independencia, ha explicado.
Por su parte, la vicepresidenta económica, Elena Salgado, ha trasmitido a sus colegas en su última participación en el Ecofin que el futuro presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, continuará con el ajuste fiscal y las reformas económicas.
“Tenemos que continuar con los planes de consolidación fiscal y continuar con las reformas estructurales. No sólo lo pienso yo, el señor Rajoy, en las conversaciones que he tenido con él, me ha dicho que si tenía la oportunidad así lo transmitiera también en mi despedida del Consejo y eso es lo que he hecho: que el nuevo Gobierno va a estar igualmente comprometido con los compromisos que España ha asumido ante nuestros socios europeos”, ha dicho Salgado.
La vicepresidenta ha asegurado que la dotación del fondo de rescate es “más que suficiente”, pese a no alcanzar el billón de euros prometido, porque ningún otro Estado de la eurozona ha pedido ayuda. No obstante, ha admitido que cualquier aportación adicional a través del Fondo Monetario Internacional (FMI) es “bienvenida” porque “los cortafuegos, cuanto más grandes mejor”.
Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha salido en defensa de los nuevos Gobiernos de Grecia, Italia y España. “Los países percibidos como más vulnerables están afrontando sus debilidades de forma decidida y aplicando políticas sólidas. Los nuevos Gobiernos en Italia, Grecia y España merecen nuestra plena confianza”, ha sostenido.