El aloe vera de Canarias contará con una marca de garantía que evitará que las plantas de otras latitudes sean vendidas como procedentes de estas islas atlánticas, cuyos productores aseguran que producen “posiblemente el mejor del mundo” gracias al sol y los alisios.
Ello hace que plantas más delgadas y con menos cualidades procedentes de Florida o México, entre otros lugares, sean vendidas con el uso fraudulento del nombre de Canarias, detalló el consejero de Agricultura del Gobierno canario, Pedro Rodríguez Zaragoza.
De momento no se puede luchar contra este uso por la inexistencia de una marca registrada, algo que cambiará con la iniciativa del Gobierno canario, que este jueves reunió al sector productivo para que tome las decisiones pertinentes para que el registro del nuevo sello prospere.
Las bondades del aloe hacen que cada vez sea más usado para productos alimentarios y cosméticos, además de pastas de dientes, productos de limpieza o yogures.
Bueno para casi todo
Más aún, las multinacionales lo han incluido en los pañales de los niños y se han creado “prendas inteligentes” que contienen “microcápsulas” y hasta “nanocápsulas” que liberan poco a poco el aloe de los vestidos o de unas medias, según explicó Antonio Marrero, representante del laboratorio Pejoseca.
El aloe “es bueno para casi todo”, pues una persona lo puede usar para una quemadura y descubre que también le ha quitado manchas de la piel y le ha curado una dermatitis, agregó Marrero, quien añadió que también es un “depurativo importante para la sangre”.
Se trata de una planta autóctona de la región macaronésica a la que pertenece Canarias, a donde los alisios llevan humedad nocturna que absorbe el aloe al abrir sus esporas -por eso también se pone en las habitaciones de los niños para que las deshumifique-, y por el día, con el sol, las cierra y se mantiene siembre viva aunque no sea regada mientras el calor hace que sus cualidades se concentren.
De hecho, prosiguió, el producto de Canarias presenta hasta 600 veces más cantidad de algunos principios, como los polisacáridos, que otras plantas originarias de Canarias pero cultivadas América o Asia.
El aloe vera es un reclamo comercial de doble filo, advirtió, pues cuando un producto lo contiene “se nota”, pero hay que luchar contra los productos que lo anuncian y no lo contienen, o afirman que tienen aloe canario y en realidad tiene uno de menor calidad, pues el isleño tiene más acemanán y antraquinona.
200 hectáreas de aloe vera
Los productores de aloe de Canarias, donde hay unos 8 millones de plantas que ocupan unas 200 hectáreas, lo que hace que un millar de personas estén vinculadas directa o indirectamente a este producto, tendrán que tomar algunas decisiones en los próximos días, como los requisitos de calidad de producción, transporte y almacenaje que deben cumplir las empresas que se adhieran al sello.
Otra decisión será si la nueva marca sólo podrá ser usada por productos elaborados en Canarias con aloe isleño o si también lo pueden utilizar industrias foráneas que compren las plantas en el archipiélago.
Algunos productores consideran que debe aplicarse a los productos elaborados en las Islas para potenciar la industria y otros consideran que ello limita las posibilidades de exportación porque la capacidad de producción es mayor que las posibilidades de que el producto sea absorbido por empresas canarias.
En cualquier caso, la nueva asociación ASOCAN, en proceso de constitución, analizará el borrador de reglamento elaborado por el Gobierno canario, que confió en que esta nueva marca, que puede estar operativa en dos meses, pueda ser gestionada en el futuro por el sector privado.