Coalición Canaria (CC) desmiente que sus dos diputados en el Congreso votasen este martes a favor del retraso progresivo de la edad de jubilación en la sesión plenaria en la que se debatió el informe de evaluación y reforma del Pacto de Toledo.
Según manifiestan en un comunicado, los dos diputados nacionalistas se abstuvieron en la votación de la enmienda transaccional de Convergència i Unió (CiU) en la que se propone que “cualquier modificación de la edad legal de jubilación deberá ser progresiva sin que ello afecte a quienes vayan a jubilarse en el futuro inmediato y no debería realizarse de manera homogénea y forzosa para el conjunto de las personas”.
La aprobación de esta iniciativa fue, a su juicio, “confusa”. Según exponen, CiU trató de tramitar un nuevo texto como una corrección de errores, a lo que el Partido Popular (PP) se opuso y al final se aceptó la votación como una enmienda transaccional.
Por todo ello, CC “lamenta” que el diputado del Partido Popular (PP), Pablo Matos, “haya tratado de confundir a la opinión pública mintiendo de manera intencionada acerca del sentido del voto de CC en el Congreso”.
Los nacionalistas canarios señalan que el informe que se debatió en el Congreso contempla 21 recomendaciones al Gobierno sobre la reforma del sistema de pensiones, por lo que “no se trata, por tanto, de un documento que sea vinculante dado que cualquier reforma de dicho sistema se debe realizar a través de una modificación legislativa”.
CC considera que dicha reforma se debe situar “al margen de disputas políticas del PP y del PSOE” y se “debe acometer por la vía del diálogo y el consenso y alejada de la crispación perpetua entre socialistas y populares”.
Previamente, el mismo voto particular apuesta por un aumento de la edad de jubilación “más basado en la flexibilidad y la gradualidad y en el mantenimiento de estímulos a la prolongación de la vida laboral”.
“Está en línea con lo que se está negociando con los sindicatos”, puntualizaba el portavoz sobre pensiones de CiU, Carles Campuzano. Por su parte, el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, afirmó que sentía que el Congreso le había dado el aval para llevar adelante una reforma “en las mismas coordenadas que el Gobierno siempre ha planteado”. Es decir, un retraso de la edad legal de jubilación paulatino y flexible.
El resto de votos particulares, los presentados por el PP, los grupos de la izquierda parlamentaria (IU, ERC, BNG y Nabai) y el grupo mixto, fueron rechazados. Sólo salió adelante un voto genérico sobre la defensa del sistema público de pensiones.