Un reciente dictamen del Consejo Económico y Social Europeo (CESE) al que ha tenido acceso CANARIAS AHORA exige a la Comisión Europea que dispense un mejor trato a las regiones ultraperiféricas (RUP), entre las que se encuentra Canarias, para reforzar los vínculos que las unen al continente y lograr la igualdad de sus habitantes con respecto al resto de europeos.
En este informe, cuyo contenido será minuciosamente analizado en el próximo número de Canarias Ahora Semanal, el CESE hace hincapié en la necesidad de “revitalizar el concepto de ultraperiferia” para dotarlo de una dimensión “más estratégica y ambiciosa”, de forma que las RUP se integren en “las políticas europeas de las grandes redes, de la investigación, de la movilidad y de la observación del planeta”.
El CESE pide a la Comisión que convierta la dimensión social en una de las prioridades de las políticas comunitarias, con programas de apoyo a la educación y formación adaptados a las necesidades del mercado laboral de cada una de las regiones y con especial apoyo a las actividades generadoras de empleo, ya que el paro es uno de los principales problemas de las RUP.
En este sentido, el CESE anima a la Comisión a estudiar la posibilidad de incluir “la dimensión ultraperiférica” en las normas de adjudicación de contratos públicos como forma de proteger el empleo local frente a los salarios más bajos de los países vecinos y las prácticas monopolísticas existentes en determinados sectores.
Aunque este órgano consultivo asegura ser consciente del “contexto sumamente limitado en el plano presupuestario” de la Unión Europea, el informe apuesta por aumentar el apoyo económico específico a las RUP mediante el refuerzo de los programas POSEI y su extensión a producciones ahora no contempladas, como frutas y hortalizas o pesca.
Todas estas medidas, señala el dictamen, tienen como objetivo integrar aún más a la sociedad civil de estas regiones en el “sentimiento europeo” y convertir a las RUP en una plataforma avanzada del continente entre los países que las rodean. Para ello, propone crear cauces de diálogo estructurado y permanente entre las instituciones de las RUP y la UE.