Jaime Selga nació en Las Palmas de Gran Canaria en diciembre del año 77 y proviene de una familia vinculada al mundo empresarial. Su padre, es el propietario de Macresa, una empresa dedicada a la fabricación de plásticos y de bolsas que cuenta con 53 años de antigüedad aunque en la actualidad sólo se dedica al negocio inmobiliario.
“Compramos una fábrica de hacer plástico para invernadero en península. Hay una bonanza enorme en ese sector. Y al mismo tiempo, mientras uno sube, las bolsas de plástico bajan. Aquí llegaron a haber cuatrocientos y pico empleados”. Nos relata el entrevistado acerca de la empresa de su padre que en la actualidad sólo es tenedora de mobiliario.
Jaime Selga estuvo varios años en la Península trabajando por cuenta ajena en distintas actividades. En el año 2003 vuelve un mes de vacaciones a Gran Canaria y llega a la conclusión de que deseaba quedarse en la isla para acompañar a su padre en la labor empresarial.
En un principio, se dedicó al alquiler de las naves industriales propiedad de la empresa familiar pero tal y como nos cuenta el entrevistado “no me quería quedar ahí”.
En el año 2003, comenzó con un negocio consistente en vender máquinas de café a las PYMES, como también alquilaba naves industriales ya en cada una de estas colocaba una máquina y así avanzaba algo. “Al fin y al cabo, era complicado para la mayor distribuidora insular el vender a esas pequeñas empresas y a nosotros nos parecía un sector perfecto para poner otros productos. Entonces, nosotros empezamos aquí en 2004 con lo que son las pymes”.
Actualmente en Gran Canaria posee unas setecientas máquinas y en Tenerife alrededor de 200. La empresa se creó con la asociación del entrevistado con un amigo suyo apellidado Vega, de ahí el nombre de la empresa, Vegasel.
No obstante, la venta de máquinas de café no es la única actividad de negocio de Vegasel. Se definen como una empresa de soluciones para el negocio y también suministran material de oficina a numerosas marcas. Otro sector importante de actividad son las bolsas de plástico, que constituye la parte de negocio familiar, además de la administración de fincas, que gestionan unas 170 comunidades con unos 7.000 comuneros y del servicio de alarmas.
Vegasel es una empresa con una vocación claramente internacional, actualmente cuenta con una delegación en Shangai, China que se dedica básicamente a la inspección de calidad. “Cuando te vas para China, tú le dices a un fabricante: mira, vamos a comprarte sanitarios y griferías para 500 viviendas, muy bien, ¿500 griferías cada cuánto?, cada año. Vale, lo mejor es que te vayas a un distribuidor local y le compres los sanitarios. O sea, la magnitud de lo que es uno u otro son distintos. Lo primero que me sorprendió era qué chicos somos y qué grandes son ellos”
Acerca de cómo contrató a su delegado en China, el entrevistado nos relata lo siguiente: “Tenía un proveedor que el comercial me parecía un buen profesional y ya llevaba hablando yo tiempo, ya sabía que él tenía inquietudes, sabía que él quería trabajar para una empresa occidental y bueno, a una de éstas le dije: ”mira, quiero montar una oficina, ¿te interesaría llevar la oficina?“ Y bueno, me voy para allá y vuelvo”.
Cuando se le pregunta por lo que falla el empresario en Canarias destaca el problema de sucesión, no es fácil que la segunda generación decida tomar el relevo de la empresa familiar. Señala que es posible que se deba porque el hijo del empresario no tenga que “currárselo” todo desde abajo. Sobre las debilidades de la empresa canaria, afirma que la más destacada es la edad que tienen muchos empresarios, no se le puede pedir a alguien de una determinada generación que se vuelque en el uso de las nuevas tecnologías.