La expedición científica británica que estudió el pasado otoño los montes submarinos situados al suroeste de Canarias ha encontrado en uno de ellos, Tropic, indicios de un gran yacimiento de telurio, un metal poco abundante y muy apreciado en la fabricación de paneles solares.
Según ha informado la BBC en su página web, los responsables de este descubrimiento calculan que en ese monte submarino, situado 250 millas (463 kilómetros) al suroeste de El Hierro, puede haber unas 2.670 toneladas de telurio, o lo que es lo mismo, el equivalente a una duodécima parte de todo el consumo mundial de ese metal.
Formado hace aproximadamente 119 millones de años, Tropic es un monte submarino de unos 50 kilómetros de diámetro, que se eleva 3.000 metros desde el lecho del océano Atlántico y cuya cima se sitúa a unos 1.100 metros por debajo de la superficie.
Tradicionalmente se le ha considerado parte de las llamadas “abuelas de Canarias”, un conjunto de montañas submarinas compuesto por varias elevaciones como Bimbache, Echo, The Paps y Drago que recibe ese nombre tanto por su antigüedad como por su relación con los mismos procesos volcánicos que formaron el archipiélago español.
La expedición internacional, JC142, estudió esa montaña el pasado otoño y estaba liderada por el Centro Oceanográfico Nacional del Reino Unido (NOC). Contaba con la colaboración del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), el Servicio Geológico del Reino Unido, la Universidad de Southampton y la Universidad de San Pablo (Brasil), miembros que se embarcaron en el buque británico James Cook.
Sus responsables han asegurado a la BBC que la meseta que corona el monte Tropic está recubierta por una corteza rocosa de unos cuatro centímetros de espesor con altísimas concentraciones de telurio. De hecho, las muestras que han conseguido extraer con robots submarinos presentan una concentración de telurio 50.000 veces mayor de lo habitual en los yacimientos de este metal en tierra firme.
“Esa corteza es asombrosamente rica. Eso hace que esas rocas sean tan increíblemente especiales y valiosas desde el punto de vista de los recursos”, apunta el líder de la expedición, Bram Murton.
España ha realizado varias campañas oceanográficas en esa misma zona en los últimos años, no solo dirigidas a conocer las características geológicas de esos montes submarinos y sus ecosistemas, sino también a documentar su petición a la ONU para extender su soberanía sobre la zona marítima que circunda Canarias más allá de las 200 millas.
De hecho, el Gobierno español presentó en 2014 en Naciones Unidas una solicitud formal para extender hacia el oeste la plataforma continental de Canarias sobre una franja de océano situada entre las 200 y las 350 millas náuticas, con una superficie total de 296.000 kilómetros cuadrados (equivalente a casi toda la superficie de Italia). El monte submarino Tropic se encuentra dentro de ella.
España ya detectó en 2011 rocas con metales cotizados
El Instituto Geológico y Minero de España (IGME) ya detectó hace seis años en el volcán submarino Tropic las costras de ferromanganeso más antiguas que se conocen en el planeta, un tipo de depósitos que suelen tener importantes concentraciones metales utilizados en alta tecnología.
El informe científico publicado por el IEO al término de esa campaña de 2011, denominada Drago 0511, ya cita el hallazgo de costras de ferromanganeso en Tropic, un volcán submarino de 119 millones de años de antigüedad, cinco veces más, por ejemplo, que la isla canaria geológicamente más vieja, Fuerteventura.
Y en la nota de prensa que el IGME difundió el pasado 19 de octubre, al comienzo de la campaña liderada por el Centro Oceanográfico Nacional del Reino Unido, ya se cita la búsqueda de telurio como uno de motivos que llevaba de nuevo a los científicos embarcados en el buque James Cook a investigar el monte Tropic.
“En sus laderas y cima se encuentran extensos depósitos minerales de costras de ferromanganeso formadas durante últimos 30 millones de años. Los depósitos de óxidos de ferromanganeso de los fondos marinos representan la más importante fuente del planeta de elementos para la fabricación de productos de alta tecnología y aún están muy poco explorados”, dice el IGME en ese documento.
Y añade: “Estos depósitos polimetálicos están formados esencialmente por nódulos de manganeso ricos en cobre y níquel y costras de ferromanganeso ricas en cobalto, teluro y tierras raras pesadas. Esta combinación de metales base tradicionales y el elevado enriquecimiento en elementos para la alta tecnología, convierte a los depósitos marinos de óxidos de ferromanganeso en objeto de interés para la Ciencia y la Sociedad”.
Tras la campaña Drago 0511, el IGME publicó con la Universidad Complutense y otros organismos públicos un artículo en la revista científica Ore Geology Reviews en la que planteaba, de hecho, que las costras de ferromanganeso existentes en el monte Tropic pueden tener 76 millones de años de antigüedad, lo que las convertiría en las “más antiguas de las conocidas a día de hoy en la Tierra”.