En vísperas de la adjudicación del concurso de las obras del Puerto de Granadilla, desde la Concap advirtieron: “Hay profundos argumentos e indicios que nos hacen temer un nuevo pelotazo en las postrimerías de mandatos públicos, que han dado lugar a gravísimas acusaciones de cohecho, querellas y trafico de influencias en algunas de las administraciones locales, insulares o regionales de las Islas”. Por ello, “si se producen los hechos que tememos y se da un nuevo pelotazo, lo denunciaremos y ejerceremos las acciones judiciales correspondientes contra sus protagonistas y emprendedores para depurar las responsabilidades a que hubiere lugar”.
Desde las mismas fuentes consideraron que, en un estado de “alarma social originado por enriquecimientos desmedidos a costa de supuestos intereses públicos”, constituiría “un grave y, cuando menos, un manifiesto error” proceder a la adjudicación del concurso, ya que “lo decente y lógico es aguardar a que se esclarezcan determinadas conductas pendientes de decisión judicial”. A juicio de la Concap, “esta es la crónica de una trama anunciada, en la que intervienen notorios políticos y empresarios que permanecen impertérritos, como si el injusto enriquecimiento a costa del inmoral aprovechamiento de recursos públicos no fuera con ellos y, lo que supone una afrenta mayor, cuando toda la sociedad tinerfeña lo sabe”.
En este contexto, la entidad empresarial denunció que “los protagonistas de otros affaires intervienen en la gestión de un concurso público”. Por ello, “nos resulta muy difícil esperar una decisión limpia y justa”.
Desde la Concap apelaron a Puertos del Estado “para que extreme las cautelas y se fije bien”, al tiempo que recordó “lamentablemente los últimos acontecimientos han puesto en tela de juicio a la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife”. No en vano, “lo que nos tememos que ocurrirá aquí, dadas las connotaciones comunes, puede haber pasado antes en otro puerto no lejano con un tremendo y recordado escándalo”, por lo que conviene “dejar el asunto pendiente para que sea resuelto por una nueva autoridad portuaria”.
Por último, la Concap remarcó que el desarrollo económico y energético de Tenerife depende de la construcción del puerto de Granadilla,. “Y es en este emblemático y trascendental proyecto para el futuro de Tenerife donde, si no hay remedio, se producirá un grave problema social con importantes repercusiones en el conjunto de la sociedad tinerfeña ante la insaciable ambición de unos pocos que, cegados por el poder que han acumulado, creen que están al margen del cumplimiento de las normas”, advirtieron desde la Concap.