MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
El Pleno del Congreso de los Diputados ha derrotado con los votos de PSOE y CiU y la abstención del PP y PNV las tres enmiendas de totalidad presentadas por ERC-IU-ICV, BNG y UPyD contra el proyecto de Ley de modernización del sistema de la Seguridad Social, que entre otras cosas retrasa la edad de jubilación hasta los 67 años a partir de 2027.
Los grupos han repetido prácticamente el guión del pasado 28 de febrero cuando la Cámara Baja aprobó el informe de recomendaciones del Pacto de Toledo tras incluir un acuerdo 'in extremis' entre socialistas y CiU para incluir un incremento “flexible” y “progresivo” de la edad de jubilación, punto de partida para el posterior pacto con los agentes sociales con el que la norma llega avalada a la Cámara Baja. Tal y como hizo entonces, el PP se ha abstenido, si bien el PNV ha modificado su posición.
El ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, ha defendido que la reforma tiene el objetivo de “preservar” el sistema público de pensiones, evitando su “sobrecarga” ante el incremento de los pensionistas y su esperanza de vida en los próximos 40 años. “Por ello es importante anticiparse”, ha remarcado.
NO ES UN MERO RETRASO DE LA JUBILACIÓN
“Sería simplificador presentarlo como un mero retraso de la jubilación”, ha asegurado, recalcando que aproximadamente la mitad de las personas que se jubilan ahora a los 65 años se verían obligados a jubilarse a los 67 años. Además, ha asegurado que la revisión cada cinco años del sistema a partir de 2027 supone un “seguro elemento de equilibrio” y no una “amenaza”.
El diputado de IU Gaspar Llamazares ha lamentado el “sacrificio inútil” de la conquista de la jubilación a los 65 años a unos “dioses del mercado tan omnipotentes como insaciables” y supone una “burla” en un día en que Telefónica presenta un ERE para “prejubilar a los 50 años”. Pese a valorar las “aportaciones positivas” de los sindicatos, ha remarcado que esta reforma, “rechazada por el 80% de los ciudadanos”, garantiza la “fractura social”.
UN “PLACEBO” AL DICTADO DE MERKEL
Su compañero de grupo parlamentario y diputado de ERC Joan Tardá ha acusado al Gobierno de “traicionar sus principios socialdemócratas” por “rendirse” a los mercados dirigidos por la canciller alemana, Angela Merkel, y “poner en jaque los logros sociales” con medidas que sólo “beneficiarán” a la derecha.
Por su parte, Rosa Díez ha calificado de injusta e inútil la reforma, que supone un “placebo” a los mercados y un fraude a la hora de resolver los problemas del sistema, ya que, por ejemplo, no actúa sobre otras cuestiones como las prejubilaciones “injustas” ni el régimen especial de los parlamentarios. “En suma, un fiasco más”, ha remarcado.
Desde el BNG, Olaia Fernández Dávila ha remarcado que la norma “no goza del consenso necesario” y se basa en “medias verdades y ocultaciones” para justificar una serie de recortes sociales que benefician a los fondos de pensiones privados, y no es “progresista”, al no vincularse a una “necesaria” mejora de la “calidad de los salarios” para garantizar la sostenibilidad del sistema.
EL PP RECHAZA EL PROYECTO, PERO NO VOTA EN CONTRA
El 'popular' Tomás Burgos ha remarcado que la crisis ha hecho perder casi un 11% de los afiliados y la sostenibilidad del sistema queda en entredicho hoy mismo por culpa del desempleo, una realidad ante la que el proyecto de ley “no responde adecuadamente”, planteando “serias dudas” sobre su eficacia, ya que ahorra a costa de recortar prestaciones y derechos.
No obstante, ha señalado que el PP no puede estar a favor de unas enmiendas de totalidad de “adolecen de inmovilismo”, ya que las políticas de la izquierda no pueden sostener las pensiones. Por este motivo, ha advertido de que el PP se posicionará “adecuadamente” en el trámite de las enmiendas parciales ante un texto con el que tienen “demasiadas discrepancias”.
CALDERA ESPERA SUPERÁVIT EN 2011
El ponente socialista de la Ley, Jesús Caldera, ha asegurado que si no fuera una reforma progresista, él no subiría a la tribuna a defenderla y está en línea con las reformas en el resto de Europa, para hacer “mejor” a un sistema que ha soportado hasta ahora si entrar en déficit. “Esperamos que siga teniendo superávit en 2011”, ha apostillado.
El portavoz de Empleo de CiU, Carles Campuzano, ha remarcado que el proyecto responde a los planteamientos del Pacto de Toledo y el envejecimiento de la población exige una reforma ambiciosa de las pensiones, incluso sin contar con los efectos de la crisis. “Desde la convicción y la responsabilidad, vamos a rechazar las enmiendas”, ha remarcado.
El diputado del PNV Emilio Olabarria ha asegurado que algunas de las reflexiones de las enmiendas “son pertinentes”, pero la peor de las posiciones es “no hacer reformas en tiempo de inestabilidad”, pese a las “gravísimas carencias” del proyecto de ley, especialmente en materias como las competencias en materia autonómica.
EL GOBIERNO NO TIENE PRISA
Superado este paso, el Ejecutivo puede permitirse una tramitación sosegada, ya que no está previsto que la norma entre efectivamente en vigor hasta 2013, momento a partir del cual se dará un horizonte de 15 años para elevar progresivamente la edad de jubilación hasta los 67 años, de modo que los cambios se completarían en 2027.
El Gobierno no baraja modificar las principales novedades de la norma, como son el retraso de la edad legal de jubilación hasta los 67 años, el aumento del periodo de cálculo de 15 a 25 años y el requisito de una carrera de cotización de 37 años --frente a los 35 años actuales-- para cobrar la pensión máxima, después de lograr un acuerdo con los agentes sociales en el marco del pacto social y económico.