SEVILLA, 6 (EUROPA PRESS)
El consejero delegado de BBVA, Ángel Cano, ha afirmado este lunes que “a pesar de los avances experimentados en nuestro país, hay que dar más velocidad a las reformas pendientes para acelerar el crecimiento y generar empleo”, señalando especialmente la reforma del sector financiero.
Cano ha pronunciado este lunes una conferencia en Sevilla bajo el título 'Retos y oportunidades en el sistema financiero español' en el marco de los Encuentros 2000, que organiza la Fundación Antares Foro, donde también ha apuntado que “aún queda mucho por hacer en la reestructuración del sistema financiero y no debe haber demoras”.
Durante su intervención, Ángel Cano ha analizado la situación de Europa tras el inicio de la crisis y ha dibujado la posición de España en ese entorno. Considera que “a pesar de la heterogeneidad, Europa en su conjunto está mejor que hace un año, si bien aún queda mucho camino hacia la normalización, hacia una Europa más fuerte y cohesionada”.
En este marco, Ángel Cano ha destacado que se ha producido un cambio de percepción sobre España en los últimos meses “que nos ha permitido diferenciarnos de otros países periféricos con los que nos venían asociando”, de manera que “además de los avances registrados a nivel supranacional en Europa, también han contribuido a ese cambio los avances a nivel nacional, aunque no son suficientes”, ha señalado.
Asimismo, aunque ha recordado que “España aún no ha recuperado la senda de crecimiento para generar empleo y volver a estar en el centro de la UE”, ha incluido en ese paquete de avances las adoptadas en el ámbito laboral, a su juicio, “claramente insuficientes”; la disminución del coste y de la burocracia para las empresas pequeñas; los esfuerzos para cumplir el objetivo fiscal y evitar desequilibrios; y los cambios en el sistema financiero, “aunque más lentos de lo que nos gustaría y en menor profundidad”.
EJES DE REFORMAS FUTURAS
De esta forma, en su opinión, “a pesar de los avances, la realidad hay que dar más velocidad a las reformas pendientes y retomar la senda de crecimiento potencial”, ha afirmado el consejero delegado de BBVA, quien pasó a identificar los tres ejes sobre los que deben girar las reformas futuras en España, esto es, “potenciar el crecimiento, para lo que se debe mejorar la productividad y la competitividad del sector privado; consolidación fiscal, para lo cual hay que profundizar en la consolidación de las comunidades autónomas y garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones; y recuperar la eficiencia y solvencia del sistema financiero”.
En su opinión, estas medidas “no sólo reducirán la prima de riesgo del país, sino que son irrenunciables para lograr reducir la actual tasa de paro, que es inaceptable”, ha subrayado.
En la segunda parte de su intervención, Cano se ha referido a los retos del sistema financiero, donde se han registrado “avances en la dirección adecuada, pero aún hay muchas cuestiones por resolver”.
En su diagnóstico del sistema financiero, ha explicado que, aunque es sólido en el tiempo, cuenta con una gran “heterogeneidad”. En esta línea, ha señalado que las incertidumbres existentes hace un año “se han reducido poco a poco porque las necesidades de recapitalización estimadas por el Banco de España para algunas entidades están acotadas y son perfectamente asumibles”.
Además ha recordado el proceso de reestructuración iniciado “que va en el camino correcto”, para lograr un sistema financiero “fuerte, solvente y eficiente que contribuya a la recuperación de la economía en el corto, pero que a la vez sea un elemento estabilizador en el futuro, y para ello debemos ser ambiciosos con la reforma”.
A su juicio, la crisis financiera “ha servido para poner de manifiesto las virtudes de algunos modelos de negocio y las debilidades de otros”. En ese punto, el consejero delegado de BBVA indica que una serie de variables en esta crisis “han sido gestionadas de forma desigual por las entidades”, de manera que “las profundas diferencias entre entidades nos han puesto en bandeja la necesidad de una reforma del sistema financiero español”, ha afirmado Ángel Cano.
Éste comentó que ha habido avances en materia de regulación que ya se traducen en resultados, como en la sobrecapacidad, al reducirse el número de entidades, aunque advierte de que “con esto no está resuelto el problema y queda recorrido en términos de reducción del número de oficinas”; la recapitalización, donde “queda por ver cómo las diferentes entidades cumplen con sus planes estratégicos y su capacidad de atraer inversores privados”.
También ha resaltado la reducción de la dependencia del Banco Central Europeo, una medida que se tomó ante una situación extraordinaria y debería ir desapareciendo con el tiempo“.
TERRENO DE JUEGO “MÁS EQUILIBRADO” Y SISTEMA AUTOSUFICIENTE
A su juicio, España cuenta con una hoja de ruta que “apuesta por un terreno de juego más equilibrado, con la conversión de las cajas en bancos, la capitalización privada de las entidades más fuertes y un modelo de gobernanza más eficiente y transparente, en el que el FROB juega un papel fundamental”.
No obstante, según el consejero delegado de BBVA, “queda mucho por hacer”, de manera que “no debe haber demoras en el proceso, la velocidad es una variable crítica” y los planes de recapitalización se han aprobado, pero hay que ver como se implementan“. Ha agregado que además hay que terminar de sanear los balances ”para disipar todas las dudas e incentivar aún más la entrada de capital privado“.
En ese punto, considera que los inversores “podrían esperar a que el FROB sanee los activos para entrar después, puesto que la gran incertidumbre es conocer el valor real de las entidades”.
Para Cano, el sector financiero no debe de perder de vista los principios rectores que deben regir el proceso, de manera que en términos de regulación “debemos aspirar a medidas integrales que eliminen la disparidad entre países y, dentro de un mismo país, garanticen la equidad y destierren el arbitraje regulatorio y además, hay que poner los mecanismos necesarios para que la supervisión sea efectiva”.
“En el ámbito de la industria financiera debemos afanarnos por conseguir un sistema autosuficiente que elimine la utilización de fondos públicos para solventar una mala gestión privada y que anteponga el interés público sobre el particular”, ha agregado.
En esta línea, ha añadido que “España necesita un sistema financiero equilibrado, que contribuya a un crecimiento sostenible de la economía, dando crédito a los sectores con mayor proyección y controlándolo en los sectores más apalancados y sobredimensionados, para que las entidades sean más eficientes, más solventes y más transparentes, compitiendo en un terreno de juego más equilibrado”.
Asimismo, considera que a futuro, habrá “una nueva discriminación más allá de la derivada de la crisis, y sólo las entidades que evolucionen y se anticipen lograrán sobrevivir”. En su opinión, la respuesta de las entidades a ese entorno pasa por la “diversificación por geografías y por negocios, que redundará en mayores niveles de rentabilidad y en mejoras de la eficiencia y recurrencia”.
Augura que triunfarán las entidades que “sepan evolucionar constantemente sus modelos de negocios” trabajando en tres ejes, como gestión avanzada del capital; los riesgos estructurales de balance; la capacidad y eficiencia de la distribución, donde la tecnología jugará un papel fundamental; o el afianzamiento de las ventajas competitivas en cada área geográfica o segmento.