La Dirección General del Trabajo le ha denegado a las agencias de Ryanair (Workforce y Crewlink) la inclusión en el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) especial de los despedidos considerados nulos en Canarias y Girona.
Como ya ocurriera con los contratados directos de Ryanair, al recibir la sentencia condenatoria por despidos nulos en las bases cerradas total o parcialmente sin justificación, sus agencias trataron de que el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) se hiciera cargo de los salarios de tramitación de los 66 trabajadores afectados.
En esta ocasión, las contratas de la aerolínea irlandesa no crearon un expediente específico, sino que quisieron incluir a estos trabajadores en el ERTE por fuerza mayor que implantaron con el primer estado de alarma.
De esta forma, las contratas deberán afrontar los salarios de tramitación de estos trabajadores entre el 8 de enero de 2020, cuando efectuó el despido ilegal, y el 26 de julio de 2021.
Sin embargo, los contratados directamente por Ryanair aún no han percibido sus salarios de tramitación. La aerolínea ha recurrido la negativa de meterlos en un nuevo ERTE con efectos retroactivos al Tribunal Supremo y este dirimirá, en su pleno del 22 de septiembre, si es Ryanair o el SEPE quien debe abonar los salarios de esos meses.
Según la secretaria general de USO-Ryanair, Lidia Arasanz, Ryanair quiere que sus “ilegalidades” se paguen con dinero público y la Justicia ya demostró que el cierre de las bases no estaba justificado y, por lo tanto, los despidos eran nulos.
El auto de ejecución no obliga a Ryanair a readmitir a los trabajadores, al no existir ya sus centros de trabajo. Sin embargo, USO-Ryanair lamenta “que no haya más herramientas legales para obligar a una empresa a asumir unos despidos nulos. Estamos viendo cómo, mientras trabajadores con años de experiencia se quedan en la calle, Ryanair sigue anunciando ofertas de empleo para las otras bases”.