Canarias terminó el año 2022 como la comunidad autónoma menos endeudada de España en términos comparativos, tanto en proporción a su producto interior bruto (PIB), con una tasa del 13,1%, casi once puntos por debajo del promedio, como per cápita, con 2.874 euros por habitante, menos de la mitad de la media.
En un informe del BBVA hecho público este lunes, el Archipiélago figura, además, como la tercera comunidad que más ha reducido su deuda pública desde 2015, con el equivalente a 3,3 puntos de PIB (del 16,4% al 13,1%), balance que solo mejoran Baleares, con 4,7 puntos de descenso (del 29,5% al 24,8%), y Navarra, con una disminución de cuatro puntos (del 18,3% al 14,3%).
Cataluña, con 84.327 millones de euros; la Comunidad Valenciana, con 55.031, y Andalucía, con 37.870 millones, concentran más de la mitad de la deuda autonómica, casi el 56 % del total, que en conjunto supera los 316.800 millones de euros.
En términos de PIB, la Comunidad Valenciana sigue en cabeza, ya que su deuda equivale al 44,5% de su producción, por delante de Castilla-La Mancha (33,7%), Cataluña (33,5%) y Murcia (32,3%), mientras Navarra (14,3%), País Vasco (13,9%), Madrid (13,4%) y Canarias (13,1%) son las comunidades con una ratio menor, de acuerdo con la estimación de BBVA Research, calculada a partir de estimaciones propias de PIB para 2022.
El informe destaca asimismo que las comunidades más endeudadas (Cataluña y la Comunidad Valenciana) triplican el nivel de deuda per capita de las menos endeudadas y que, cuando el análisis se hace en términos de PIB, las diferencias son mayores y aparecen en el grupo de mayor riesgo regiones como Murcia y Castilla-La Mancha, que tienen un menor nivel de PIB.
Aunque la carga financiera aumenta con el volumen de deuda, la estructura de la misma lleva a algunas comunidades, como Castilla-La Mancha, a situaciones más difíciles, apunta el BBVA en su análisis, en el que señala que, además, las regiones con mayor carga financiera y mayor volumen de deuda son, “persistentemente”, las que menos ahorran, “perpetuando el problema y la heterogeneidad regional”.
Algunas de las comunidades más endeudadas, como Murcia, Castilla-La Mancha o la Comunidad Valenciana, en menor medida, tienen una estructura de gasto más rígida, con un peso del gasto de funcionamiento por encima de la media. Asimismo, otras autonomías como Madrid, Cataluña o Murcia mantienen niveles muy reducidos de gasto de capital.
Indica el informe publicado este lunes que las crisis de los últimos quince años se han saldado con un fuerte incremento del endeudamiento autonómico y han condicionado también su estructura y, concretamente, que el deterioro del saldo fiscal durante la crisis financiera fue el principal causante del incremento de la deuda autonómica entre 2008 y 2022.
También, que el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) se ha convertido en el principal instrumento de financiación de los gobiernos regionales y representa casi el 59% del total de la deuda.
El FLA, precisa el análisis, permitió el acceso a la financiación en un momento de cierre de los mercados y, además, a unas condiciones muy favorables, y si no hubiera existido las comunidades habrían tenido que asumir un coste promedio adicional de más de un punto porcentual, lo que habría situado la deuda dos puntos del PIB por encima del nivel registrado en 2022.
En línea con el periodo continuado de tipos bajos hasta 2021, el coste de la deuda autonómica ha seguido una tendencia descendente, y con la entrada en vigor de los mecanismos de liquidez se aceleró la caída del tipo implícito, lo que parece haber protegido a las comunidades ante la subida del coste del acceso a la financiación en 2022 y 2023.