El presidente de la patronal y co-presidente de Air Comet, Gerardo Díaz Ferrán, defendió este miércoles su gestión al frente de la aerolínea y atribuyó la quiebra a la imposibilidad de encontrar financiación tanto de un comprador privado, que, según reveló, iba a inyectar 90 millones de euros un día antes de la sentencia de un juez británico como de las propias empresas del Grupo Marsans, que ya habían aportado 143 millones de euros.
“En cuarenta años como empresario es la primera vez que me enfrento a un concurso de acreedores”, afirmó Díaz Ferrán en una rueda de prensa convocada este miércoles con el objetivo de informar de la situación de Air Comet como presidente de la aerolínea, cargo que sigue ostentando, “porque jamás me escondo de los problemas”, dijo.
Díaz Ferrán explicó que Air Comet también se ha visto afectada por el incumplimiento del acuerdo contraído con el Gobierno Argentino en el proceso de nacionalización de Aerolíneas Argentinas, por el que iba a recibir 200 millones de dólares. En este sentido, el presidente de la patronal anunció que presentará una demanda contra el Gobierno Argentino por incumplir el pacto.
No dimitirá de la CEOE
El presidente de CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, aseguró este miércoles que el cierre de la compañía aérea Air Comet no le ha restado el apoyo “unánime” de los empresarios y aseguró que este momento “no hay ninguna organización en la CEOE” que quiera que abandone su cargo al frente de la patronal.
Tras informar a los medios sobre los detalles de la quiebra de Air Comet, Díaz Ferrán recordó que ganó las elecciones de la patronal el pasado mes de abril con una “amplísima mayoría” y que “ayer mismo” los empresarios le volvieron a expresar su “apoyo unánimemente”, después de que ya le mostraran su confianza la semana pasada.
“Los que tienen que decidir si sigo como presidente de la CEOE son los empresarios”, argumentó Díaz Ferrán, quien aseguró que, si los miembros de la patronal “están a gusto” con su gestión, no se le pasa “por la imaginación” dimitir. Además, defendió que dada la actual crisis económica “lo raro” sería que un presidente de la CEOE, siendo empresario, no tuviera “algún problema”.