“Un importante paso adelante”. Así define Jerónimo Barrera, delegado de la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios (Ausbanc), la sentencia emitida por un juez de Navarra que considera suficiente la entrega de la vivienda al banco para saldar la deuda hipotecaria, pese a que el valor del inmueble se haya depreciado.
En un auto dictado el pasado mes de diciembre, la juez desestima un recurso presentado por BBVA contra una sentencia anterior del juzgado de Primera Instancia de Navarra.
La entidad financiera solicitaba al embargado que continuara abonando cerca de 30.000 euros para saldar la deuda, una vez subastado el inmueble, que había sido adjudicado por unos 42.000 euros. El pacto contractual en el momento de firmar el crédito hipotecario ascendía a 76.000 euros.
El tribunal señala que la actuación del banco “no constituye un abuso de derecho”, pero sí que es “moralmente rechazable” que la entidad alegue la disminución de valor de la finca que servía como garantía “para intentar continuar la ejecución”.
El auto considera que el banco “no habría concedido el préstamo si la finca no hubiera tenido un valor suficiente para garantizarlo, que fue fijado por la entidad ahora ejecutante”. Además, destaca que en el contrato se reconoce que el inmueble tenía un valor “superior al principal del préstamo”.
Para Jerónimo Barrera, “lo que pasa en España es de lo más vergonzoso del mundo. A quien tiene una hipoteca, no sólo le ponen de patitas en la calle y le quitan las ilusiones, sino que además siguen pagando algo que no tienen y que no tendrán nunca”.
Por ello, muestra su satisfacción por un auto “que pone las cosas en su sitio”. Aún así, advierte que no sienta jurisprudencia, puesto que harían falta tres sentencias favorables del Tribunal Supremo.