El producto interior bruto (PIB) por habitante de la economía española se situó en 2009, pese a la crisis económica y financiera, en el 103% de la media de la Unión Europea, al mismo nivel que el año anterior, y continuó por delante del de Italia, que se quedó en el 102% de la media, según los datos preliminares difundidos por la oficina estadística comunitaria, Eurostat.
España se mantuvo así en el duodécimo puesto de la UE en riqueza por habitante, por detrás, entre otros, de Alemania (116%), Bélgica (115%), Finlandia (110%) y Francia (107%). No obstante, el PIB per cápita español supera al de Chipre (98%), Grecia (95%), Eslovenia (86%), República Checa (80%), Malta o Portugal (78% cada uno).
Desde el principio de la crisis económica y financiera, el PIB per cápita de España ha retrocedido desde el máximo del 105% registrado en 2007 hasta el 103% en 2008, cifra en la que de momento se ha estabilizado. Esta caída ha frenado la convergencia con Francia (que no obstante también ha caído del 109% al 107%) y con Alemania (que se ha mantenido estable en el 116%).
El país que más riqueza por habitante ha perdido durante la crisis es Irlanda, que ha pasado del 148% en 2007 al 131% en 2009. Pese a ello, sigue en segunda posición del ranking de la UE, sólo superada por Luxemburgo, cuyo PIB alcanza el 268% de la media. A continuación se sitúan Países Bajos (130%), Austria (124%), Suecia (120%) y Dinamarca y Reino Unido (117%).
Los países más pobres de la UE son Bulgaria (41% de la riqueza por habitante media de la UE), Rumanía (45%), Letonia (49%), Lituania (53%), Polonia (61%), Estonia (62%), Hungría (63%) y Eslovaquia (72%).