MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
El Fondo Monetario Internacional (FMI) considera que la economía alemana podría crecer por encima del 3% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2011, como ya hizo en 2010, pero insta a la economía germana a que fortalezca “sus áreas de debilidad” y avance con las reformas que puedan afianzar el crecimiento, en concreto en materia de política fiscal y reforma educativa.
“La competencia de la industria, junto con unos estímulos fiscales considerables y coordinados internacionalmente y las medidas de estabilización del sector financiero, ayudaron a Alemania a registrar una recuperación con un crecimiento superior al 3% del PIB en 2010 y, posiblemente, en 2011”, asegura en el informe sobre Alemania correspondiente al Articulo IV.
En este sentido, remarca que la economía alemana y el empleo están por encima de los niveles anteriores al inicio de la “Gran Recesión”, un logro alcanzado sólo por unas pocas economías avanzadas. Por ello, el Fondo Monetario Internacional cree que aún prevalece un “considerable optimismo”.
Pese a todo, señala que, en un entorno en el que se ha pedido a Alemania que ayude a la recuperación global, las dudas sobre su superávit por cuenta corriente han resurgido, al mismo tiempo que su moderación salarial y el ritmo propuesto de consolidación fiscal ha sido, en ocasiones, observado “con preocupación”.
El Fondo Monetario Internacional avisa de que un crecimiento más rápido de los salarios o retrasar la consolidación fiscal podría poner en peligro las fortalezas de Alemania, acompañado de “un dudoso valor de estímulo a corto plazo para otros países”.
El FMI alerta de que el desafío real de Alemania es “fortalecer sus áreas de debilidad”, y la clave reside en contrarrestar las limitaciones al crecimiento en el medio plazo de una manera que también apoye un reequilibrio sostenible mediante un mayor crecimiento de la demanda doméstica. “Esto sería bueno para Europa y para la economía global”, agrega.
En esta línea, incidió en que la ausencia de una nueva tanda de medidas políticas a largo plazo podría reducir el crecimiento en Alemania, con una tasa potencial del 1,75% anual. Además, considera que asegurar la estabilidad financiera es necesario para prevenir interrupciones y más reclamos a las finanzas públicas.
Por ello, cree que la actual recuperación ofrece un contexto propicio para enfrentarse a los problemas estructurales de larga duración. Así, remarca que, aunque el compromiso con la consolidación fiscal es “fuerte”, el impulso político para reformas parece débil.
En este sentido, remarcó que “intensificar el potencial de crecimiento requeriría importantes medidas en ámbitos como la política fiscal y la reforma educativa”, aspectos de importancia reconocida por todos, pero que es necesario que se incluyan en las prioridades políticas y se avance en su implementación.
Por otro lado, incide en que un sistema financiero alemán “robusto” es importante tanto para Alemania como la estabilidad financiera global, ya que, dado su gran tamaño, sus conexiones internacionales y el comportamiento no lineal de estas conexiones en momentos de presión, el desarrollo futuro de sólidos amortiguadores al shocks sistémicos es “vital”.