MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
El ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, ha asegurado que el Gobierno mantiene “su disposición” a aprobar el plan para aflorar empleo oculto en el Consejo de Ministros de este viernes a través de un real decreto ley, al subrayar que estas medidas no se incluyeron en la “agenda del diálogo social” y que se deben tomar “pronto” para aprovechar la coyuntura económica.
“A la vista de las propuesta y las objeciones del plan (por los agentes sociales), el Gobierno tomará sus decisiones y remitirá el proyecto de ley por un decreto ley que lo aprobará este viernes”, expresó el ministro a los periodistas tras presidir la toma de posesión del nuevo director general de la OIT, Joaquín Nieto.
Gómez también recordó que el Ejecutivo decidió abrir un periodo de consultas con los sindicatos y empresarios, que finaliza este miércoles, pero no un periodo de negociación “habitual”, con tiempo para el intercambio de posiciones. “La decisión de someter el plan a un proceso de consultas fue tripartita”, justificó.
Además, el ministro descartó varias veces que el plan esté acompañado de una amnistía para emerger el empleo en negro, sino que se trata de dar “unos dos o tres meses” para que las empresas opten por el afloramiento una vez se apruebe el decreto ley. “Lo que interesa es que cuantos más empleos emerjan, mejor”, agregó.
“El plan no contiene ninguna amnistía, sino facilidades”, defendió, para después indicar que tras estos “meses” se producirá un “incremento sustancial importante” de las sanciones por mantener empleo sumergido.
El ministro sólo concretó que estas “facilidades” se refieren a los recargos de las sanciones y al aplazamiento en las deudas de las empresas a la Seguridad Social. “En crisis hay que dar facilidades para que las empresas contraten”, afirmó.
En este sentido, Gómez aclaró que el plan prevé aflorar empleo a través de los contratos temporales, pero sólo para los empleos en negro y con una duración mínimas de seis meses.
“El objetivo del plan no es mirar al pasado”, reiteró, mientras que no quiso aventurar una previsión de cuánto empleos ocultos pasarán a ser declarados, aunque sí que expresó: “Ojalá sean muchos”. “Con el plan de empleo ganan los trabajadores y las empresas”, concluyó.
Sin embargo, los sindicatos no lo tienen tan claro, pues el secretario general de CC.OO., Ignacio Fernández Toxo, junto a su homólogo de UGT, Cándido Méndez, y de la CEOE, José María Lacasa, también presentes en el acto de posesión de Nieto, temieron que el plan pueda derivar en “precarizar” el empleo, por lo que anticipó el rechazo sindical a la espera del texto que el Consejo de Ministro acabe aprobando este viernes.
DESVINCULACIÓN SINDICAL
“Con el contenido del plan no nos sentimos vinculados, era un proceso de consultas, si el plan es reflejo fiel del último borrador, es un plan que tiene un gran vacío”, explicó Méndez, en alusión a la ausencia, a juicio de las centrales, de una lucha “decidida” del Gobierno para perseguir el fraude fiscal.
Así pues, los líderes sindicales advirtieron de que las medidas para aflorar el empleo oculto pueden conducir hacia los “peligros de la temporalidad” y lamentaron además el “escaso” reconocimiento de los derechos de aquellos trabajadores que regularicen su situación. “El plan puede estar muy bien intencionado, pero no creo que dé los resultados que desearíamos todos”, dudó Méndez.