MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, confirmó este viernes que el Gobierno propondrá al Pacto de Toledo retrasar la edad de jubilación hasta los 67 años, ya que es la edad “más óptima”, y avanzó que esta medida empezará a aplicarse a partir de 2013 de forma progresiva.
“Es una edad de referencia que muchos países europeos han ido adoptando en sus reformas de la edad de jubilación”, afirmó en declaraciones a TVE recogidas por Europa Press para argumentar que en el caso de España la medida no se aplicará durante los próximos tres años dado que “se está en un momento de ajuste de la economía y el empleo”.
Además, Corbacho confirmó que su implantación se hará de forma gradual, de manera que “afectará lo mínimo” a quien se jubile en 2014 y “a lo mejor ya le está afectando toda la medida” a quien se jubile en 2025.
“El horizonte de llegada habrá que ir recorriéndolo año a año, con un mes, mes y medio, dos meses, hasta llegar a esos 67 años que inicialmente prevé el Gobierno como edad óptima”, añadió para apostillar que “las medidas deben tener una cierta flexibilidad en cuanto a tiempo”.
En este sentido, consideró que habrá que dar una cierta oportunidad para que si a una perdona le toca jubilarse en 2014 un mes más tarde, pueda elegir “aunque sea con una pequeña penalización”. En cualquier caso, señaló que habrá que discutir en el Pacto de Toledo “el tiempo de carencia”.
Más allá del retraso de la edad de jubilación, el ministro de Trabajo afirmó que las reformas deberán afectar “a muchas cosas”, como “ir quitando del sistema de pensiones algunos costes que actualmente soporta y que tendrán que ser soportados por los Presupuestos” o al mantenimiento del máximo de población activa ocupada para mantener la sostenibilidad del sistema hasta 2040 ó 2050.
COMBATIR LA CULTURA DE LA JUBILACIÓN ANTICIPADA
Por otra parte, Corbacho precisó en declaraciones a TV3, que también existe un debate en Europa sobre la cultura de la jubilación anticipada, “una cultura a combatir”, y sostuvo que “no parece razonable” que paralelamente al debate de alargar la vida laboral, empresas jubilen o prejubilen a partir de los 50, “sobre todo si tienen beneficios”.
El ministro de Trabajo no discutió que las jubilaciones anticipadas permitan resolver conflictos laborales y ajustar plantillas, pero matizó que ésta “es una coyuntura” y “no puede ser la cultura de un país”.
“Si una empresa con beneficios quiere jubilar a partir de los 55, nada que decir, pero a partir de los 55 y hasta la edad de jubilación legal, los costes que se deriven a cargo suyo, ni un euro a cargo del presupuesto público”, opinó.
LAS PENSIONES NO CORREN PELIGRO
Por otro lado, Corbacho justificó estos cambios ante la necesidad de “anticipar reformas para garantizar la sostenibilidad del sistema”, a la vista de que en 2030 un 16% de la población tendrá más de 65 años y que el coste de estas prestaciones será de casi el doble que el que tienen actualmente las pensiones.
“Las pensiones no tienen ningún problema en los próximos diez años, pero si no hacemos nada, los que se jubilen entre 2020 y 2030 podrían empezar a tener algunos problemas”, certificó.
Por otro lado, Corbacho consideró que “sería deseable” hacer un gran acuerdo en torno a estas reformas en el marco del Pacto de Toledo, “poniendo el interés general de los pensionistas de 2030 por encima de los intereses de coyuntura” y “para que dentro de 20 años se pueda decir que aquellas pensiones que nacieron desde 1995 (con el Pacto de Toledo) han tenido una salud envidiable”.