El próximo jueves entrará en vigor la subida de IVA que incluyó el Gobierno en los Presupuestos Generales del Estado de 2010, y que elevará dos puntos el tipo general, hasta el 18%, y un punto el tipo reducido, hasta el 8%. En Canarias no aumentará los tipos impositivos del Impuesto General Indirecto Canario (IGIC).
El tipo general es el que se aplica por defecto a todos los productos y servicios, lo que incluye electrodomésticos, ropa, calzado, tabaco, bricolaje, servicios de fontanería y vehículos, entre muchos otros.
Éste es también el caso de la electricidad, los combustibles, el gas natural y el butano, que han subido considerablemente sus precios en los últimos meses y que ahora tendrán que incorporar el aumento fiscal.
En concreto, la subida de IVA en la electricidad se sumará al incremento del 2,6% que experimentó la tarifa de la luz en el mes de enero y a la subida cercana al 5% de 2009. En el caso de los combustibles, el incremento fiscal tendrá que añadirse a la subida del 7,8% que han experimentado los precios de la gasolina desde enero y al 11,3% que ha subido el gasóleo.
Por su parte, el tipo reducido, que se eleva del 7% al 8%, afecta a los alimentos en general, el transporte de viajeros, los servicios de hostelería, las entradas a espectáculos, los servicios funerarios, las peluquerías, dentistas, edificios, viviendas y complementos para el diagnóstico o alivio de enfermedades, entre otras cosas.
De hecho, uno de los sectores más afectados por la subida de este tipo de IVA será el turismo, ya que el incremento afecta a los precios de los viajes, los alojamientos y todos los servicios de hostelería.
Finalmente, el tipo superreducido, que se aplica a alimentos básicos y de primera necesidad (pan, leche, frutas y verduras), las viviendas de protección oficial, medicamentos de uso humano o algunos productos culturales (libros, periódicos y revistas no publicitarios), se mantiene en el 4%.
El Gobierno anunció esta subida fiscal el pasado mes de septiembre, pero dejó su entrada en vigor para el mes de julio de este año con el objetivo de dar cierto margen al consumo y a la economía para asentar su recuperación.
La iniciativa no ha estado exenta de polémica y ha sido criticada y puesta en duda desde que fue anunciada y hasta la misma semana pasada, cuando el Partido Popular, principal opositor, intentó derogarla en el Congreso sin éxito.
El principal argumento del Ejecutivo para poner en marcha una medida de este tipo es la necesidad de incrementar la recaudación y ayudar así en la imprescindible tarea de reducir el déficit a niveles más cercanos al 3% en 2013.
¿Más recesión?
En cambio, los mayores detractores afirman que no hace falta subir los impuestos para reequilibrar las cuentas públicas e incluso han llegado a plantear algunas bajadas selectivas de algunos tributos para impulsar la actividad en algunos sectores, como el turismo.
De hecho, algunas voces han alertado de la posibilidad de que la subida fiscal lastre la incipiente y débil recuperación del consumo en el tercer trimestre y lleve a España a un nuevo periodo de recesión económica.
Las organizaciones de consumidores también han criticado el aumento fiscal del Gobierno y han cifrado en unos 300 euros el efecto que provocará el cambio en los bolsillos de las familias españolas.
Sin embargo, también muchos organismos, algunos internacionales, han dado el visto bueno a la iniciativa del Gobierno argumentando que el IVA es uno de los impuestos que menos pueden distorsionar la actividad.
De hecho, España no es la única que ha optado por esta medida para hacer frente a la caída de ingresos provocada por la crisis, ya que otros países como Letonia o Lituania decidieron hacerlo en 2009, mientras que otros como Grecia, Reino Unido y Portugal lo han hecho en 2010.
Además, a pesar de la subida, España seguirá manteniendo unos tipos de IVA más reducidos que la mayoría de los países de la UE, superando solo a algunos territorios como Chipre o Malta. Los tipos más altos se localizan en países como Suecia (25%) y Dinamarca (25%).