MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
El secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Fernando Jiménez Latorre, ha admitido que si la economía española cayera casi un punto más de lo previsto por el Gobierno el año que viene (0,5%), tal y como estima la Comisión Europea (1,4%), el déficit se elevaría en tres décimas sobre la previsión oficial (4,5%).
Así lo ha señalado Latorre durante su intervención en la Comisión de Presupuestos del Senado, donde ha considerado que las diferencias entre las previsiones de España y de la Comisión no contienen implicaciones “tan significativas” porque la desviación adicional sería sólo de tres décimas.
Este efecto, según Latorre, no debe restar credibilidad a la economía española que, a pesar de todo, ha mostrado una “importante capacidad de resistencia”. En cualquier caso, ha señalado que las previsiones de todos los analistas están rodeadas de incertidumbres.
De hecho, ha recordado que a mediados de 2012 un tercio de las previsiones apuntaban a una caída superior al 2% en España este año, mientras que la economía terminará el año cumpliendo “con facilidad” con el 1,5% que pronostica el Ejecutivo. “Nuestras previsiones están siendo precisas”, ha dicho.
En este sentido, ha aseverado que los datos del tercer trimestre han sido más positivos de lo previsto, y ha resaltado la necesidad de esperar a ver cómo evoluciona el cuarto trimestre, muy relevante para analizar las tendencias y ver qué pasa a final de año. “Ahí estaremos en una posición de más certidumbre”, ha dicho.
En cualquier caso, Latorre ha recordado que la elaboración del cuadro macroeconómico para 2103 hay que enmarcarla en un contexto “complejo” en el que España tiene que abordar “importantes desequilibrios” en una situación caracterizada por la incertidumbre y la caída de la actividad.
La vuelta a la recesión de la economía española a finales de 2011, según Latorre, se explica por la debilidad de la demanda interna, puesto que la demanda externa está registrando un comportamiento “muy positivo” gracias a la “importante corrección” que se ha producido del desequilibrio externo por la mejora de la competitividad y la moderación de los costes laborales.
El secretario de Estado ha explicado que teniendo en cuenta los datos y el “progresivo deterioro” de la calificación de la deuda española, el Gobierno ha elaborado el escenario de 2013, en el que la tónica de la demanda interna y externa será “similar” a 2012. Así, la economía caerá un 0,5%, aunque registrará una mejora “gradual” a lo largo del año.
“UN RETO DE GRAN MAGNITUD”
Además, el saldo de las operaciones corrientes será positivo por primera vez en muchos años y se seguirán moderando los costes y los precios gracias a la mejora de la productividad del trabajo. Así, la competitividad se recuperará al ritmo que marca el Banco de España.
En cualquier caso, ha reconocido que el país se enfrenta a un reto “de gran magnitud”, puesto que España está haciendo un esfuerzo “sin precedentes” que resulta “inaplazable” para corregir sus desequilibrios y “necesario” para situar al país en una senda de crecimiento estable y de creación de empleo.
Latorre ha reconocido que el ajuste es “muy costoso” en términos de crecimiento y para los ciudadanos, pero ha alertado de que podrían aparecer verdaderos problemas de financiación y de deuda si los mercados perciben que España no es capaz de poner sus cuentas “en orden”.
BUENA VALORACIÓN EUROPEA
Además, ha recordado que el diseño de la política está muy “consensuado” con Europa que, además, ha valorado positivamente las medidas de España y ha puesto en marcha mecanismos para disipar las dudas que mejorarán la credibilidad sobre el proyecto europeo y permitirán que España deje de pagar diferenciales que no se corresponden con los fundamentos de su economía.
Sobre la necesidad de recuperar el crédito, Latorre ha resaltado el papel que jugará la reforma financiera ante la necesidad de disipar las dudas del sistema para que las entidades vuelvan a tener un acceso fácil a los mercados de capitales y puedan financiar mejor la actividad.
Aún así, también ha insistido en la necesidad de poner en marcha mecanismos alternativos de financiación al sistema bancario, como el mercado de renta fija, el mercado de renta variable, la potenciación del sistema garantía recíproca o el capital riesgo, entre otros. “Para que la restricción del crédito no ahogue la recuperación”, ha dicho.