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Las malas condiciones obligan al abuso de fármacos en el trabajo

CCOO Canarias denuncia que el abuso de fármacos en el trabajo tiene relación directa con “las malas condiciones laborales” ya que mientras que el consumo de otras sustancias en el ámbito laboral permanece estable, el uso abusivo de todo tipo de fármacos es el único que ha aumentado en la última década, afectando de manera especial a las mujeres.

La Secretaría de Salud Laboral y Medio Ambiente del sindicato advierte en un comunicado que esta problemática tenderá a incrementarse gravemente en los próximos años si no se mejora de manera decidida la calidad de vida en el trabajo.

El consumo excesivo de fármacos “es un motivo de preocupación social y sanitaria, sobre todo si tenemos en cuenta las posibilidades de generar efectos indeseados como daños a nuestra salud o procesos de dependencia, entre otros, como consecuencia de un uso prolongado e inadecuado de los mismos, especialmente cuando se utilizan al margen de la prescripción o control médico”.

Mientras que el consumo de otras sustancias que crean dependencia como el tabaco o el alcohol tiende a mantenerse o a decaer ligeramente, el consumo de fármacos (somníferos, tranquilizantes, relajantes musculares, antidepresivos?) ha experimentado un notable ascenso en la última década en el ámbito laboral.

Carmen Marrero, secretaria de Salud Laboral y Medio Ambiente de CCOO Canarias, señala al respecto, que “esto es bastante revelador del modelo de sociedad, estilos de vida y mercado de trabajo que estamos generando. Cuestiones como la alta presión por el rendimiento, la precariedad, la inseguridad vital, la pérdida de horizontes o el clima competitivo y hostil en el que se desenvuelve gran parte de nuestra cotidianeidad están en la base de los crecientes problemas de ansiedad, depresión y estrés que tratan de paliarse mediante el uso abusivo de este tipo de medicamentos”.

Desde la Secretaría de Salud Laboral y Medio Ambiente de este sindicato se insiste en señalar la estrecha y directa relación que existe entre las malas condiciones de trabajo y el recurso abusivo a los fármacos. “En el ámbito laboral -señalan- se dan con demasiada frecuencia condiciones de trabajo que estimulan y favorecen el uso y, en muchos casos, el abuso de este tipo de fármacos para paliar los problemas de salud que estas condiciones provocan. Además, suelen estar bastante generalizadas entre los distintos sectores de actividad, siendo especialmente graves en sectores como los de la agricultura, construcción, hostelería, sanidad, educación, banca y administración, siendo el colectivo de las mujeres trabajadoras el más afectado ”.

Así, por ejemplo, constituye un uso muy extendido el consumo de analgésicos y relajantes musculares para calmar el dolor y los problemas músculo-esqueléticos (contracturas, dolores de espalda, de articulaciones?) provocados por largas y fatigosas jornadas de trabajo, posturas forzadas, tareas repetitivas, sobreesfuerzos, manipulación de cargas, etcétera. O el consumo de psicofármacos como los tranquilizantes, antidepresivos y somníferos para paliar los efectos producidos por el estrés laboral debido, entre otros factores, a los cambios en los ritmos biológicos naturales que provocan el trabajo a turnos, la nocturnidad y la necesidad de conciliar y regular el sueño y el descanso. O, finalmente, el consumo de sustancias estimulantes que incrementen el rendimiento en un entorno laboral de altas exigencias físicas y emocionales. Además, en el caso de las mujeres, esta situación se agrava si tenemos en cuenta el factor de la “doble presencia” a la que se ven sometidas.

De hecho, cuando se pregunta a la población trabajadora por los motivos que les llevan a consumir distintos tipos de fármacos, generalmente estos suelen estar relacionados con el alivio de determinados síntomas que están muy relacionados con el tipo de trabajo que realizan (dolores lumbares, contracturas, dolor de cabeza, falta de energía, ánimo depresivo, ansiedad, sueño?). Razones como: “para aliviar el dolor”, “para calmar los nervios”, “para dormir mejor”, o “para aguantar mejor la jornada” están en boca de muchos/as.

Esta realidad, a juicio del sindicato, exige una mayor dedicación de esfuerzos y de recursos por parte, tanto de la administración como de los empresarios, para modificar aquellas condiciones relativas a la organización del trabajo y el diseño de los puestos que supongan un mayor riesgo para la salud de los trabajadores y las trabajadoras. Si no se mejora de manera decidida la calidad de vida en el trabajo, aseguran, esta problemática tenderá a incrementarse gravemente en los próximos años.

En este sentido, CCOO Canarias afirma que “la reducción del consumo inadecuado de fármacos y los efectos negativos concomitantes en la salud de los/as trabajadores/as, requiere poner más énfasis en la evaluación de los riesgos psicosociales, al ser estos los que de manera más directa se relacionan con el problema”.