BRUSELAS, 14 (EUROPA PRESS)
Los ministros de Economía de la zona euro no han logrado este martes acercar posturas sobre el segundo rescate de Grecia. Alemania y el Banco Central Europeo (BCE) mantienen su enfrentamiento sobre cómo deben participar los bancos privados en este segundo plan de ayuda, según han informado fuentes europeas.
Las divergencias entre los Estados miembros han impedido incluso publicar al término de la reunión un comunicado conjunto sobre el rescate de Grecia, tal y como se había previsto inicialmente. “No hay acuerdo aún, seguimos negociando”, han explicado las fuentes.
Las negociaciones proseguirán en la próxima reunión de ministros europeos de Economía de la eurozona, cuyo inicio se adelanta al domingo 19 de junio y seguirá el 20 de junio en Luxemburgo, y en la que está previsto cerrar el acuerdo, según ha dicho el ministro de Finanzas, Didier Reynders. “El objetivo es intentar llegar (a un acuerdo) en nuestra próxima reunión”, ha dicho.
En caso de que no se logre un compromiso, el nuevo plan de ayuda se discutirá en la cumbre de líderes europeos del 23 y 24 de junio.
La vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, ha dicho que “lo más importante es que Grecia tenga dinero para financiar lo que necesita en los meses de julio y agosto” y se ha mostrado convencida de que en la próxima reunión se logrará un acuerdo al menos para pagar los siguientes tramos del actual plan de rescate, 12.000 millones en julio y alrededor de 6.000 en agosto.
Salgado ha eludido pronunciarse sobre el coste total del segundo plan de rescate aduciendo que la cifra dependerá de los ingresos del plan de privatizaciones y de las suposiciones que se hagan de cuando podrá Atenas volver a los mercados.
El segundo rescate de Grecia ascenderá a alrededor de 80.000 millones de euros y los bancos privados pondrán 25.000 millones, según ha avanzado Reynders. Sin embargo, no hay acuerdo en el Eurogrupo sobre cómo debe participar el sector privado en el nuevo plan de ayuda.
El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, ha insistido en que el segundo rescate incluya un canje voluntario de los bonos griegos en manos de inversores privados que vencen en los próximos dos años por otros que venzan dentro de siete años. Su objetivo es evitar que los contribuyentes asuman toda la carga de la nueva asistencia.
“El Gobierno alemán está dispuesto a participar en medidas adicionales” de apoyo a Grecia, ha dicho Schaüble. “Por supuesto, la participación del sector privado es un elemento de un programa adicional”, ha insistido, sin precisar las modalidades.
El ministro holandés de Finanzas, Jan Kees de Jager, ha precisado ante su Parlamento que los inversores privados deberán contribuir en al menos el 20% o el 30% al nuevo préstamo.
“No es justo que los beneficios vayan a los bancos mientras que los contribuyentes asuman la carga de las pérdidas”, ha dicho por su parte la ministra de Finanzas austriaca, Maria Fekter. “El sector privado debe participar en el proceso de reducción de la deuda”, ha señalado.
El ministro finlandés, Jyrki Katainen, ha defendido que es “crucial” lograr “alguna forma de participación del sector privado”.
En contraste, el futuro presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha dicho que una reestructuración suave de la deuda griega, como pide Alemania, tendría más costes que beneficios y provocaría un efecto de contagio al resto de países de la eurozona. Draghi ha resaltado que la participación del sector privado en el segundo rescate de Grecia debe ser exclusivamente “voluntaria”.
“El BCE no está a favor de reestructuraciones o quitas. Deberíamos excluir todas las opciones que no sean puramente voluntarias o que tengan alguna dosis de obligatoriedad”, ha dicho Draghi en una audiencia ante la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara, que debe pronunciarse sobre su candidatura.
“Los costes de la quiebra superarían a los beneficios”, ha insistido.
“Se están discutiendo básicamente dos iniciativas. Una es la iniciativa de Viena (que consiste en invitar a los bancos a comprar nuevos bonos griegos cuando venzan los que tienen en su cartera), que para mi es completamente voluntaria”, ha explicado Draghi.
“La otra es el canje de deuda (opción que defiende Alemania), y no he podido entender si es voluntaria o podría terminar siendo involuntaria”, ha señalado.
“Hay muchos inversores que estarían muy contentos de explotar una quiebra mal gestionada”, ha avisado el futuro presidente del BCE. “Esta es la lección que nos ha enseñado Lehman, que fue la quiebra más cara de la historia. Y no queremos repetir nada que se parezca a esa experiencia”, ha insistido Draghi.
“Tenemos que ser cuidadosos, atender también las razones del BCE y tratar de buscar una solución que sea buena para Grecia, pero también lo más equilibrada posible para todo el conjunto de la zona euro, para nuestra moneda única”, ha dicho Salgado.
También Reynders, ha defendido que la participación de los bancos privados se haga “de forma voluntaria”, invitándoles a “mantener sus créditos a Grecia durante los próximos años”. “Cualquier medida de autoridad sería un riesgo, no sólo para Grecia, sino también para Portugal, Grecia y la eurozona”, ha avisado el ministro belga de Finanzas. “Sería hacer un regalo a los especuladores que han apostado a la quiebra de Grecia”, ha insistido.