La morosidad empresarial llegará este año en Canarias a su máximo histórico

En apenas un año, el cobro de facturas se ha convertido en el principal caballo de batalla para las empresas que, en el primer trimestre de 2009, han visto cómo los niveles medios de morosidad empresarial han crecido un 159% respecto al mismo período del año pasado, “una situación que, azuzada por la parálisis de la construcción y la crisis en el sector turístico de Canarias, va a arrastrar los índices de impagados en el Archipiélago a sus máximos históricos”, según informó este jueves la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Santa Cruz de Tenerife.

Con esta previsión el presidente de la Cámara, Ignacio González, y el responsable en Canarias del prestigioso despacho de abogados PriceWaterHouseCoopers (PwC), Domingo Velasco, inauguraban este jueves en la Cámara una jornada informativa sobre cómo prevenir la morosidad empresarial y recuperar las facturas pendientes de pago de la forma más rápida y menos engorrosa posible.

Según explicó González, en estos momentos, Canarias es la quinta comunidad autónoma con mayor riesgo de morosidad en los próximos doce meses, sólo por detrás de Baleares, Melilla, Andalucía y Galicia. Tal y como indicó, el 12,5% de las empresas canarias presenta un alto riesgo de incumplir sus obligaciones de pago, “lo que nos sitúa más de tres puntos por encima de la media nacional y deja al tejido empresarial de las islas en una delicada situación que está íntimamente ligada a las dificultades para acceder a las líneas de crédito; de hecho, el 86 por ciento de las empresas siguen manifestando problemas para acceder a la financiación, según lo demuestra la Encuesta de las Cámaras de Comercio”.

En este sentido, Domingo Velasco señaló que la progresiva falta de liquidez y las dificultades de acceso a los créditos bancarios, unidas a la fuerte caída de la actividad económica, “están afectando de forma directa la tesorería de las empresas, sobre todo de las pymes, de las que se nutre mayoritariamente el tejido productivo canario. Su perfil mayoritario es el de un negocio con menos de cuatro años de vida, una pequeña empresa con muy poco capital, poco profesionalizada y fundada con un proyecto muy concreto, generalmente vinculada a la construcción o servicios complementarios”.

Según explicó, las cifras relativas al retraso e incumplimiento de los plazos de pago por parte de los clientes, “han crecido a un ritmo histórico y sin control en el último año, y las predicciones no son muy positivas, porque se estima que el índice de morosidad empresarial continúe aumentando”. En cualquier caso, Velasco señaló que 2010 puede marcar el comienzo de una lenta recuperación que podría ralentizar los índices de crecimiento de la morosidad empresarial“.

Principales trabas para cobrar

Durante la Jornada informativa, que contó con la participación de los abogados especialistas en prevención de morosidad y cobro de deudas de PwC, Carlos Saavedra y Xavier Álvarez, se pusieron sobre la mesa cuáles son los principales obstáculos con los que están tropezando las empresas a la hora de cobrar sus facturas.

En concreto, el presidente de la Cámara de Comercio destacó la complejidad de los procedimientos para reclamar el pago de las deudas. Tal y como indicó, “es necesario que la vía monitoria, que no requiere presentación de demanda y es la más sencilla para solicitar el cobro, deje de estar limitada a las facturas inferiores a 30.000 porque en estos momentos de crisis el importe de las deudas se ha disparado muy por encima, sobre todo, en sectores como el de la construcción”.

Ignacio González también aludió al alto índice de morosidad por parte de las instituciones, “un problema que se debería atacar creando un Fondo Estatal contra la morosidad de las Administraciones Públicas que garantice el cobro en un plazo inferior a los 60 días”. Tal y como indicó, “es imprescindible recuperar la normalidad en el sistema de pagos y cobros en el tráfico mercantil y comercial porque esa será una de la claves para sacar de la vía muerta a los sectores productivos de las Islas y resucitar a nuestra economía”.

Armas contra la morosidad

Para el abogado de PwC, Carlos Saavedra, en estos momentos la apuesta más segura para las empresas es prevenir antes que curar, “para lo que es necesario que incluyan en sus operaciones comerciales un mayor contenido jurídico, además de exigir garantías como informes comerciales, notas registrales, cuentas anuales de la compañía, análisis de sus ratios económicos y de su sector, entre otros aspectos”.

En cualquier caso, una vez se ha producido la deuda, antes de iniciar la vía judicial, Saavedra recomendó el requerimiento del pago, la negociación con el cliente, y la comunicación del inicio de acciones legales. Tal y como indicó, “lo que no hay que hacer, es dejar acumular sus impagados, ni concederse plazos de espera antes de la negociación, así como el acoso al deudor”.

En este sentido el jurista experto en Morosidad de PwC, Xavier Álvarez, afirmó que las empresas deben estar bien informadas de los distintos mecanismos que tienen a su alcance para cobrar sus facturas, “porque en estos momentos las empresas están condonando el 60 por ciento de sus deudas simplemente por no conocer qué instrumentos existen para hacer efectivo su cobro”.

Álvarez distinguió entre dos tipos de causas de la morosidad empresarial: las económicas, movidas por un cambio de ciclo, o la evolución de un sector o territorio, y las estructurales, dentro de las que se encuentran la intencionalidad de empresario, la ineficacia administrativa de la organización, o la falta de control del proveedor. Según explicó, “hasta junio de 2008, el 23 por ciento de la morosidad empresarial se debía a causas de carácter económico y el 62 por ciento, a la intencionalidad del empresario. Ahora la recesión ha invertido las tornas”.