MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
El grupo de las principales inmobiliarias (G-14) advirtió este jueves de que, en tanto que el ajuste del precio de la vivienda “ya ha sido suficiente”, las restricciones del crédito que impiden la normalización de las compraventas podrían provocar un “sobreajuste” de precios. En este contexto, de no mediar nuevas medidas para incentivar la demanda por parte del Gobierno, se perderían 200.000 nuevos empleos en el sector.
Así de contundente se mostró el presidente del G-14, Pedro Pérez, durante un desayuno informativo organizado por la Asociación de la Prensa de Información Económica (APIE), en el que puso de manifiesto que durante 2009 las diez inmobiliarias que actualmente conforman el grupo han vendido viviendas con un descuento medio de entre el 20% y el 30%, y que los descuentos de hasta el 40% están “a la orden del día”.
Pese a ello, Pérez aseguró que la 'bolsa' de viviendas sin vender alcanzará los 800.000 inmuebles al cierre del año, 182.000 más que en 2008, y que no empezará a absorberse hasta mediados de 2010, cuando el número de viviendas terminadas se sitúe por debajo de las compraventas.
Esta sobre oferta afecta especialmente al litoral mediterráneo y, en términos relativos, en Castilla-La Mancha (5,1% del parque residencial), Murcia (5%) y La Rioja (4,4%). Si bien, en las grandes capitales se podría empezar a detectar tensiones de oferta en cuanto la economía mejore.
Juntas a éstas, otras cifras aportadas por el G-14, a partir de un estudio realizado por Analistas Financieros Internacionales (AFI), dejan ver que la situación de “mínimos” en la que, según la organización, se sitúa el sector.
En el plano de la oferta, se estima que 2009 se cerró sólo con 108.000 visados de obra nueva, una quinta parte de lo que se visaba antes de la crisis, mientras que se ha registrado la menor iniciación de viviendas desde hace muchos años, unas 150.000 unidades, lo que hace prever que en 2010 se situarán por debajo de las 200.000 unidades.
Frente al ajuste de la oferta, el gran problema sería la demanda, ya que, según Pérez, “todo apunta a que se ha llegado a un suelo de unas 230.000 compraventas de viviendas nueva anual”, después de que se hayan efectuado 430.000 transacciones en 2009, casi la mitad que en años anteriores.
Pérez hizo especial mención a la caída de la demanda extranjera, con una media de compraventas de 6.000 transacciones por trimestre, lo que supone una cuarta parte de las que se registraban antes de la crisis.
LA FINANCIACIÓN, EL GRAN PROBLEMA.
En el capítulo de soluciones, Pérez argumentó que el grueso de la recuperación del sector pasa por resolver el “significativo grado de restricción del crédito” que sufren tanto los promotores como los compradores.
Así, aunque reconoció que han incrementado los créditos hipotecarios, indicó que su saldo ha disminuido porque ya no se financia el 100% de los pisos y porque éstos ya han sufrido una caída de precios. Concretamente, el importe medio de las hipotecas en 2009 será aproximadamente un 15% inferior al de 2008.
Además, indicó que los bancos se están haciendo con un 'stock' de viviendas que no quieren tener en balance, por lo que también se beneficiarían del “desbloqueo” del crédito.
LA VIVIENDA PROTEGIDA Y LA REHABILITACIÓN NO SON SUFICIENTES.
Por otro lado, el presidente del G-14 indicó asimismo que la rehabilitación y la vivienda protegida suponen el 20% del sector y que las medidas de impulso articuladas por el Gobierno en esta dirección, de tener éxito, tan sólo elevarían este porcentaje hasta el 25%.
Al contrario, las viviendas iniciadas en 2009 ascenderán a 70.000 inmuebles, por debajo de los 90.000 de 2009 y “no se espera que vaya a observarse un crecimiento significativo en 2010 pese a los esfuerzos del Ministerio de Vivienda, y por la falta de suelo y la manera cicatera con la que la banca está financiando este ámbito”. En el caso de la rehabilitación, los visados se han estabilizado.
Así pues, Pérez precisó además que las medidas para convertir parte del 'stock' de vivienda libre en protegida están sujetas a “cierta rigidez” con lo que las cifras de conversión “son pequeñas” y revelan que la iniciativa “no supone una vía para reducir el 'stock'”.
“Con sólo esas dos patas no podemos estabilizar la mesa”, indicó Pérez para demandar a renglón seguido más medidas para la vivienda libre, empezando por utilizar los recursos para garantizar el 50% de los créditos para vivienda protegida en forma de ayudas directas de hasta 60.000 euros para la compra de viviendas libres.
NO AUMENTAR EL IVA, DIFERIRLO.
Por otro lado, el presidente del G-14 puso sobre la mesa medidas para facilitar el acceso a la financiación que permitan, por ejemplo, generalizar seguros que garanticen el pago de hipotecas o que faciliten gastos asociados a la compraventa, como el aplazamiento del IVA.
En este punto, Pérez consideró que el incremento del IVA a partir del mes de julio “incidirá negativamente” en el mercado y que, por el contrario, debería plantearse fraccionar los pagos en varios ejercicios, ya que, no se reducirían ingresos ni tampoco supondría un gasto adicional.