Reinventarse o quebrar. Esa parece ser la tónica del pequeño y mediano comercio de las Islas Canarias, con el imprescindible apoyo de las administraciones municipales, que estas navidades están sorprendiendo a los clientes con multitud de campañas novedosas con el claro objetivo de dar un empujón al consumo y capear así este temporal que mantiene la luz de alarma en este sector.
Las cifras de ventas de estos negocios en el Archipiélago en el tercer trimestre del presente 2012 ya avisaron de lo que se les venía encima. El desplome del 8,3% que sufrieron entre julio y septiembre, el más pronunciado desde marzo del 2009, profetizaba una preocupante estampa de cara a la campaña navideña, esa que viene salvando los muebles de estas pymes año tras año desde que la tan sonada crisis hizo su aparición.
Semanas después del inicio de estas fechas destinadas al gasto, este medio pudo comprobar, en una zona comercial de referencia como es Triana, que las previsiones no iban desencaminadas.
El incremento del desempleo y la incertidumbre, así como los recortes y las recientes subidas de impuesto, han mermado aún más en la capacidad adquisitiva de los canarios. Por si fuera poco, los 137.000 empleados públicos que alberga el Archipiélago, colectivo que comprende el 18% de los trabajadores y que han mantenido con vida pasadas campañas navideñas, se han quedado sin paga extra.
Con este panorama, la inventiva de los municipios y las asociaciones comerciales se ha convertido en una pieza de engranaje fundamental. Cabalgatas, desfiles, belénes vivientes, talleres, maquillaje corporal, bailes, grupos folclóricos, conciertos, regalos para los niños, sorteos y hasta un 'videomatón' han inundado las zonas comerciales del Archipiélago dentro de una amplia estrategia para incentivar las compras navideñas.
La Noche mágica, la Noche de las estrellaslaNoche de las estrellas, la Noche bohemia o la Navidad en la calleNavidad en la calle son solo ejemplos de la multitud de iniciativas que llevan a cabo los diferentes municipios, aunque, sin embargo, la más sonada, a la vez que polemica, es la llevada a cabo por la a Asociación de Empresarios del Casco Histórico de Santa Cruz de La Palma, que ha querido dar un paso más allá y ha intentado incentivar las compras de la zona con el sorteo de, quizá, una de las cosas más demandadas en estos tiempos que corren: un empleo.
El director general de Comercio y Consumo del Gobierno de Canarias, Gustavo Matos, ha expresado a este medio su optimismo de cara a que estas iniciativas municipales logren que las pymes puedan capear el temporal y hacer frente “a las ostentosas campañas publicitarias de las grandes superficies”. Estos grandes comercios, además, están están impulsados por la “ola de liberalización” que auspicia la Administración central y que “perjudica a un pequeño comercio que es un punto de vital importancia en el PIB y en el empleo”.
“La peor campaña es la que no se hace”, añade Matos, quien ve estas “medidas de impacto sobre el consumo” como fundamentales, sobre todo por la difícil situación en la que se encuentran los comercios después de que la supresión de la paga extra haya “sacado millones del mercado, fastidiando la campaña comercial más importante del año”.